De Palito Dominguín caímos enamorados al conocerla en 'Supervivientes'. Su naturalidad y alianza con Lola nos conquistaron y eso que en Honduras, la hija de Lucía Dominguín no pudo enseñar todas las especialidades que se le dan bien. Desfila, canta, es trilingüe y artista casi desde nacimiento como marca su linaje. Si con todo eso no tenemos todavía pruebas suficientes, la novia de Harry James lo ha demostrado con creces en la propia decoración para su casa con guiño a 'Supervivientes'.
Utilizando la creatividad, Palito Dominguín se ha puesto a hacer lo que más le gusta y, de paso, ha dejado nuevos elementos decorativos para su casa. La exconcursante de 'Supervivientes' ha confesado que después de llevar un ritmo frenético lo que a ella le ayuda para recolocarse es "parar" y hacer lo que le gusta para sentirse mejor. Y eso mismo es lo que ha hecho llenándose las manos de arcilla.
Si hay algo que tiene claro la hija de Lucía Dominguín es que una necesita tiempo para dedicarle a lo que le hace verdaderamente feliz. Por eso por más tiempo que pasa fuera de su casa (al estar ahora en plena aventura de recorrerse España) lo que ella necesita de un modo u otro es montarse, aunque sea de manera provisional, un estudio para alimentar su lado más creativo.
En esta ocasión desde su casa y para "poner joyitas o las cosas personales de cada uno", Palito Dominguín ha mostrado algunas de las piezas que ha hecho a mano y que ya decoran su salón. Unos son unos "platitos cuquis", tal como ella misma los ha bautizado, en los que se puede ver claramente un guiño a su paso por 'Supervivientes': "Me gustan mucho los peces y desde que salí de Honduras me quedé un poco pillada con esa temática".
Además de esos platos, también la joven dedicada a Bellas Artes y al modelaje, ha enseñado una "decoración de pececillos" hecha de arcilla que ha colgado de la pared y de la que está muy orgullosa. Para Palito son fundamental estos momentos consigo misma.
Criada en plena naturaleza y sirviéndose en la inspiración rústica que siempre ha visto en su casa en la provincia de Badajoz, Palito ha tratado de mantener esa esencia para su hogar y por eso tal, como ella misma mantiene, cuando se pierde busca en las pequeñas cosas que le hacen feliz. Para la exconcursante de 'Supervivientes' sus sesiones de alfarería le sirven de terapia para volver a encontrarse.
Tras confesar que a veces su cabeza le juega malas pasadas y se llega a "emparanoiar", Palito Dominguín trata de explotar su faceta de artista y esa sensibilidad que le caracteriza y a la que su madre se refiere a ella como "un don" para poder de sus miedos o de cuando el ritmo de vida se pone frenético.
Con su prisma para ver la vida, la exconcursante de 'Supervivientes' reconoce que carga con muchas preocupaciones. Desde el mundo que vamos a dejar hasta el plástico y todo lo que hacemos con él. Y, aunque ella trata de cooperar a su manera, y ha dicho en más de una ocasión que ella de sus viejas camisetas se hace a mano sus propias bolsas, la artista es consciente de todo lo que hay que hacer por delante y a veces su alma sensible se ve superada. Por eso Palito recurre al barro como terapia que es lo que más le relaja y le hace feliz al mismo tiempo.
A la hora de ponerse creativa, Palito Dominguín trabaja en su mesa artística, pero la inspiración la busca en su salón rústico y acogedor con chimenea y vistas al exterior. La exconcursante de 'Supervivientes' necesita para coger ideas de este espacio abierto y luminoso. En él conecta con ella misma y con el mundo, además que ella ha decorado a su gusto.
En él se puede ver la chimenea en una esquina estratégica, que además de calentar la casa es un elemento decorativo más, al que se une una alfombra de piel y un mueble reformado de aspecto retro. Otro de los elementos decorativos de la estancia es un espejo que tiene inspiración india y que Palito ha mostrado en su perfil de Instagram. A la exconcursante de 'Supervivientes' no le hace falta nada más. Sin televisión y con un sillón que mira al exterior tiene suficiente para llamar a la inspiración.