Álex Lequio ha muerto este miércoles a los 27 años de edad y tras dos años de lucha contra el cáncer. El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio ha luchado contra esta dura enfermedad hasta el final con mucho optimismo y convirtiéndose en un ejemplo de superación para todos.
Desde hace poco más de un mes, el joven empresario se encontraba ingresado en una clínica de Barcelona, donde estaba recibiendo un nuevo tratamiento contra esta enfermedad. Durante estas semanas, su familia no se ha separado de él y hemos podido ver tanto a su madre como a su padre junto a él.
En este tiempo que ha estado ingresado, el joven ha recibido también varias visitas de su novia Carolina, con la que ha mantenido una discreta relación desde hace cerca de un año. Un duro golpe tanto para ella como su familia, que siempre han sido su apoyo incondicional en la etapa más difícil de su vida.
Álex era un hijo ejemplar a los ojos de sus padres, algo que ninguno de los dos ha dudado en recalcar en numerosas ocasiones. Emprendedor, trabajador y todo un luchador... son muchas las cualidades por las que el hijo de Ana Obregón destacaba y de las que hemos podido ser testigos durante todo este tiempo.
Hace tan solo unas semanas, hablábamos precisamente de este ingreso en Barcelona. La revista 'Lecturas' publicaba unas imágenes en las que podíamos ver a Ana en las instalaciones y señalaba que la actriz se había ganado el cariño de todos los sanitarios que estaban cuidando de su hijo. La citada publicación apuntaba incluso que ella había querido tener un precioso detalle con los especialistas y les había regalado unos bombones.
Alessandro Lequio, su padre y otro de sus pilares fundamentales, también ha estado acompañándole en esta larga lucha desde 2018, cuando recibió la peor de las noticias: su hijo tenía cáncer. La citada revista señalaba además que el colaborador de Telecinco ha estado haciendo el trayecto Madrid-Barcelona durante este tiempo en repetidas ocasiones.
En marzo de 2018, la familia Lequio-Obregón recibía un duro varapalo: Aless Lequio era diagnosticado con un cáncer. Sin embargo, la enfermedad nunca ha quitado de su rostro su característica sonrisa. “Yo no voy a cambiar de camino, voy a seguir mi camino, pero voy a tener que esforzarme más o andar con un poco más de esfuerzo para poder seguir la misma velicidad”, comentaba él mismo en 'Hola'.
El joven empezó a batallar en Estados Unidos, donde permaneció durante seis meses en manos de un conocido oncólogo español a nivel mundial. Así lo contaba el colaborador de 'El programa de Ana Rosa': “Por su edad, hemos preferido que esté en las mejores manos, en las de José Baselga, un médico español”.