Marta López no atraviesa su mejor momento. La colaboradora de 'Sálvame' vive unos angustiosos días debido al ingreso hospitalario de una persona muy cercana a ella, a la que se encuentra velando en un hospital. La colaboradora de Telecinco se ha mostrado muy preocupada en sus redes sociales, donde ha compartido imágenes sosteniendo con fuerza la mano del paciente. "Campeón", escribe junto a la imagen de la persona enferma, de la que no ha querido dar detalles ni desvelar su identidad.
Bajo este contexto, su novio Rubén, se ha convertido en su luz y pequeña vía de escape en estos difíciles momentos, quien ha ido a visitarla para animar sus días en el centro hospitalario. Juntos se han escapado hasta las montañas y lagos de Covadonga, en Asturias, donde Marta ha podido rezar a la virgen para que mejore la salud del enfermo.
"Amor muchas gracias por haberme llevado a ver a la Virgen de Covadonga y sacarme un ratito del hospital. Mañana vamos a rezarla, ¿vale?", dice mientras besa a su novio con la cara de cansancio y agotamiento propios de quien hace noche en un hospital. Dicho y hecho. Esta mañana, Marta y Rubén han vuelto a la ermita para rezar a la imagen religiosa, a quien la exconcursante de Gran Hermano ha pedido y dado las "gracias" por su ayuda.
Aprovechando su escapada, los tortolitos han bebido agua de la fuente de los siete caños, que se encuentra justo debajo de la cueva de La Santina y que, según la tradición, quien bebe de esas aguas contraerá matrimonio. Algo que Marta advierte a su nueva pareja, con quien recientemente acudía a la boda de unos amigos. "Ten cuidado, que dicen que quien bebe de los caños de esta fuente se casa. Así que ten cuidado", dice bromeando mientras le mira y fantasea con la posibilidad de pasar por el altar. "Yo ya he bebido", contesta él con seguridad antes de besarla.
La pareja se encuentra en un momento tan bueno a nivel personal que no duda en imaginar cómo sería su vida en matrimonio a pesar de llevar saliendo desde hace apenas un par de meses. Aunque aún sea pronto, ¿veremos algún día a Marta vestir de blanco?