Rocío Flores Carrasco no atraviesa su mejor momento. Desde que su madre decidiera contarlo todo en la docuserie 'Rocío Carrasco: contar la verdad para seguir viva', la joven se ha visto tremendamente comprometida. Siempre posicionándose a favor de Antonio David Flores, Rocío, que ha sido la que peor parada ha salido de los últimos episodios, ha decidido refugiarse en su compañero de vida, Manuel Bedmar.
Bedmar se ha convertido en el gran apoyo de Rocío Flores en medio de todo el revuelo mediático y batalla judicial que ha vuelto a estallar tras la emisión del documental. Manuel no se ha separado ni un solo momento de la nieta de 'La más grande' y para desconectar de toda la polémica, ha intentado que su novia pase el mejor fin de semana posible.
Para ello ha contado con la compañía de su hermano David Flores, 'el enano', como cariñosamente le llaman tanto en casa de Antonio David como en la de Rocío Carrasco. Por las fotografías que ambos han subido a sus redes sociales, todo apunta a que han estado celebrando algún tipo de evento familiar.
El malagueño no solo es atento con su chica, también está pendiente de David y no duda en jugar con él como si de su hermano se tratase. Algo que hace que Rocío se derrita y no dude en compartir divertidos 'boomerangs' de los hombres de su vida dando saltos tras habérselo pasado en grande en una 'fiesta de la espuma'.
Al llegar a la casa que comparten en una exclusiva y nueva zona de la ciudad andaluza la cosa no cambia. Manuel se muestra tanto o más protector con Rocío que en ninguna parte y no duda en abrazarla cariñosamente mientras ella descansa sobre su regazo. Rocío encuentra en su pareja el calor que necesita en estos convulsos momentos y no duda en presumir de ello compartiendo románticas imágenes como esta. "Buenas noches", escribe ella antes de irse a la cama. "No hay nada mejor", añade él.
Manuel y Rocío Flores han encontrado en una exclusiva urbanización de Málaga su remanso de paz. Allí, la pareja vive en un piso de unos 70 metros cuadrados valorado en 250.000 euros por el que pagan unos 850 euros de alquiler al mes. Un apartamento situado muy próximo a la playa y con una amplia terraza que la pareja ha decorado a su gusto, en el que ambos viven su independencia y que les sirve para evadirse de toda la polémica que hay en el exterior.