Ha pasado más de un mes desde que Álex Lequio, que peleó contra el cáncer, fallecía repentinamente. Una noticia que dejaba descolocado a medio país, que lo vio crecer, y destrozados a sus padres, Ana Obregón y Alessandro. Después vino el íntimo funeral en medio de las medidas impuestas por el coronavirus y el apoyo de toda su familia a la actriz. Desde estas últimas noticias, poco hemos sabido de la presentadora, a la que hemos visto en unas duras imágenes, publicadas en ‘Diez Minutos’, acudiendo a una iglesia junto a su hermana.
A Ana solo la habíamos visto en el funeral de su hijo desde que llegó de Barcelona, donde el joven recibió la última parte de su tratamiento contra la enfermedad que padecía. Ahora, Diez Minutos’ ha publicado unas fotografías que enseñan cómo se encuentra la querida presentadora. Muy delgada, de riguroso luto y completamente rota de dolor, la Obregón ha salido de su casa de La Moraleja, donde se encerró y echó la llave por dentro, para acudir a una iglesia cercana a su casa.
Uno de los motivos por los que la actriz ha acudido a este templo podría ser la misa funeral que tiene en mente realizar a su hijo cuando la pandemia del coronavirus lo permita o simplemente buscar un rato de tranquilidad y fe. Lo cierto es que Ana estuvo acompañada por su hermana Celia, que no la deja sola en ningún momento y se ha convertido, junto a sus otros hermanos, en el pilar indispensable para ella en esta dura situación.
El funeral a Álex se celebró en la intimidad que la crisis por el coronavirus obligaba. Vimos llegar a Alessandro y Ana, muy afectados, y a un grupo muy reducido de personas. Entre ese grupo también estaba la pareja del fallecido, que ha estado al lado de la actriz estas últimas semanas y que se despidió de él a través de una emotiva carta. Un doloroso momento que no pudieron compartir con todos los familiares y amigos que hubieran deseado, pero que la presentadora quiere hacerlo en un futuro.
El dolor de una madre al perder un hijo es incomparable con otro dolor. Ese sufrimiento y sentimiento de desesperanza fue el que ejemplificó Obregón en la carta de despedida que le dedicó a su hijo. Fue a través de Instagram y acompañó el post con una foto de ambos en blanco y negro.
En la misiva, la artista aplaudió los años de lucha de su pequeño y la impecable actitud que tuvo para afrontar la enfermedad. También le pidió perdón por despedirse en público, pero una abatida Ana describía con palabras y mucho dolor que era lo que necesitaba.
“Te has ganado a pulso el cariño de todos los que te conocieron: primero en el colegio, luego en la universidad con la beca que conseguiste para estudiar en Estados Unidos, que culminaste en tu regreso a España creando una empresa de éxito con 24 años. Hasta que un día apareció la palabra ‘cáncer’ en nuestras vidas”, comentaba en uno de las partes del emocionante escrito.