Nacho Palau ha regresado esta semana a las portadas de la prensa del corazón. ¿El motivo? Un nuevo enfrentamiento judicial con Miguel Bosé a causa de los hijos que tienen en común. Esta demanda conforma un nuevo capítulo del culebrón sentimental que el escultor mantiene con el cantante: una historia de mucho amor, pero también rencor y palabras gruesas. Repasamos su cronología:
El inicio de la relación entre Palau y Bosé a los primeros años 90. Por aquel entonces el cantante tenía 37 años y se encontraba en lo más alto de su carrera tras editar el disco ‘Bajo el signo de Caín’ (que contiene éxitos como ‘Si tu no vuelves’). En aquella época Nacho era un joven de solo 19 años que impresionó al artista en una discoteca de Valencia.
Entre ellos surgió una química muy especial y, a pesar de la diferencia de edad, iniciaron una relación de pareja. Palau, que empezaba su carrera como escultor y estudiaba al tiempo Químicas en la Ciudad del Turia, decidió dejarlo todo y se mudó a la casa de Somosaguas de Miguel Bosé.
Bosé siempre ha sido muy hermético en lo que respecta a su vida privada y aquel romance se vivió de manera privada. Solo el círculo más íntimo del cantante de ‘Bandido’ sabían que eran pareja: para el resto del mundo, Palau era un miembro más de su equipo que ejercía como asistente personal. El amor que se profesaban era inmenso y esta situación tan impenetrable se prolongó durante casi dos décadas.
Corría el año 2010 cuando la pareja, animados por Ricky Martin, decidió aumentar la familia. Llevaban 15 años juntos y la idea parecía perfecta. Para garantizarse el éxito ambos fecundaron dos óvulos y los dos proyectos salieron adelante: primero nacieron Diego y Tadeo y posteriormente Ivo y Telmo. Los hijos de Miguel y Nacho llegaron al mundo en 2011 con tan solo ocho meses de diferencia. Miguel habló de su cuádruple paternidad en la revista 'Shangay' pero en todo momento ocultó la figura de Nacho como progenitor.
La llegada de los niños colmó de felicidad a la pareja que formaron una familia atípica pero feliz. El proyecto parecía sólido y la idea era que los cuatro niños se criaran juntos, con los mismos valores y las mismas oportunidades.
Según comentó Nacho en una de sus entrevistas a la prensa del corazón, la paternidad cambió el carácter de Miguel y comenzaron sus crisis de pareja: “Miguel se empezó a obsesionar con la seguridad de los niños y esa obsesión fue haciéndose más grande…”, decía en Diez Minutos. Tal era la intranquilidad que le producía al cantante, que llegó incluso a prohibirles salir a jugar al parque. El cantante decidió afincarse en Panamá, pero aquella decisión fue un golpe terrible para la relación. “Nos llevábamos fatal. Su comportamiento, su carácter y forma de ser, todo era tremendo”, recordaba con amargura.
Cuando la convivencia se volvió insostenible se instaló en un apartamento cercano a la casa de Miguel para poder estar cerca de sus hijos. Nacho, que una vez que ha finalizado su relación con Miguel quiere a volver a España. Esta decisión recrudece la relación entre la expareja y Miguel opta porque cada uno continúe su vida en compañía de sus vástagos biológicos.
Disconforme con esta situación, Palau interpone en 2020 una demanda judicial contra Miguel Bosé que provoca que su situación familiar vea la luz. El escultor pretende que los tribunales dictaminen la misma filiación para los cuatro hermanos y así ambos puedan acogerse a una custodia común, un mismo régimen de visitas y una manutención equilibrada. Se trataba de una situación del todo inédita en la historia y el juez terminó optando por la vía más sencilla, que beneficiaba la postura de Bosé: que tanto el cantante como el escultor se quedasen con sus propios hijos biológicos. Miguel con Diego y Tadeo, y Nacho con Ivo y Telmo.
Necesitado de liquidez económica, Nacho participó en Supervivientes en el año 2022. Al volver de Honduras le diagnosticaron un cáncer de pulmón que rompió su vida en dos. Sin embargo, aquella noticia devastadora tuvo un lado positivo: permitió que su ex y él acercasen posturas. “Sé que Miguel Bosé estará ahí si algo me ocurre", declaró el escultor. Bosé también habló con cariño sobre su ex ante los medios, aunque en ocasiones manifestaba algunos reproches: "Fue muy feo. Como él era dueño de su parte, hizo con su parte lo que le pareció. En ese despecho, habló más de la cuenta, cosa de la que ahora se arrepiente", dijo.
Y así llegamos hasta el momento actual. Según cuenta Palau en la exclusiva, los problemas en lo que respecta a la crianza de sus hijos han vuelto: “El verano pasado, los niños se fueron de vacaciones a Mallorca porque Miguel cogió casa allí. Tenían que haber vuelto conmigo para pasar la mitad del período vacacional en Chelva, pero Miguel no permitió que los hijos que viven con él vinieran conmigo. Mi madre y mi familia se quedaron sin verlos”, lamenta. Según enfatiza en la publicación, una de sus mayores penas es que esos pequeños no pudieran disfrutar de su abuela en sus últimos días. “Mi madre se murió sin ver a los niños en condiciones. Los vio este octubre pasado, pero para entonces estaba ya muy tocada, en silla de ruedas”.