A sus 58 años, Terelu Campos se convertirá en abuela en tan solo unos meses, pues su hija Alejandra Rubio está embarazada de Carlo Costanzia. Quien también se convertirá en abuelo es Alejandro Rubio, exmarido de la primogénita de María Teresa Campos. Terelu Campos y Alejandro Rubio estuvieron juntos muchos años y pasaron por el altar en 1998, la segunda boda de la colaboradora y la que marcó un antes y un después en su vida.
Las segundas nupcias de la hija de María Teresa Campos se celebraron en Santander, el 14 de marzo de 1998, con una ceremonia por lo civil, pues también era la segunda boda del empresario Alejandro Rubio. Una ceremonia emotiva, unos novios enamorados, un vestido de Hannibal Laguna y un ramo color teja, fueron los claros protagonistas del enlace.
Un opíparo menú con carne y pescado, regalos sorpresa y una fiesta hasta altas horas de la madrugada con los mejores recuerdos que tiene la propia Terelu de la boda con el empresario y padre de su hija. En 2003, la pareja ponía punto final a su relación, no obstante, por el bienestar de su hija ambos tienen buena relación y aún a día de hoy se tienen un gran cariño.
Corría el verano de 1997 cuando Terelu y el empresario Alejandro Rubio se conocían y cupido hacía de las suyas. Unos amigos en común fueron los encargados de presentar a la pareja que terminó en el altar. “El día que falleció Lady Di me regaló un anillo muy especial que por cierto lleva puesto mi hija Alejandra. No me pidió matrimonio, pero enseguida hablamos de boda. Yo quería casarme el mes de diciembre del 97”, aseguraba Terelu en 'Lecturas'.
Finalmente, Terelu y Alejandro se casaban el 14 de marzo de 1998 en una ceremonia por lo civil. “Mi futuro marido había estado casado anteriormente y tenía un hijo, Sergio. Su primer matrimonio fue religioso, pero yo quería casarme por la Iglesia y sé que él peleó todo lo que pudo. Cuando era muy difícil conseguir la nulidad eclesiástica, el padre Jesús me dijo: 'Cásate, hija, que yo sé que Dios bendice este matrimonio'", aseguraba Terelu en la revista.
Poco antes de las 13:30, llegaba una Terelu radiante al Real Palacio de la Magdalena en Santander. La ceremonia fue oficiada por el entonces alcalde de la ciudad Gonzalo Piñero, en el Salón de Baile del palacio, que entre 1913 y 1930 fue la residencia de los Reyes.
Durante su paso por 'MasterChef Celebrity', la colaboradora confesaba por qué se casó en Santander a pesar de ser de Málaga y vivir en Madrid. "Me casé aquí porque Santander forma parte de mi vida, de mi niñez y de todo. El único hermano de mi padre vivía aquí y estábamos muy unidos", respondió la presentadora. Según contó, su tío paterno, que se llamaba Manuel Borrego Dobla, fue el padrino y "mis testigos Lara Dibildos, la mujer de Fernando Fernández Tapias, que entonces eran novios y nadie lo sabía, y Mirian Reyes, la modelo guapa de los ojos azules".
Para la ocasión la hermana de Carmen Borrego confío en Hannibal Laguna para la confección del vestido de aires medievales. Se trataba de unas dos piezas inspirado en el siglo XVIII, el corpiño con escote cuadrado, estaba confeccionado en tonos pergamino y cava. La pala central estaba bordada con nervios de raso de seda y pequeñas baguettes de cristal mate, que formaban diminutos motivos florales.
La falda, de línea evasé y con una discreta cola, estaba realizada en gazar labradora translúcida e iba rematada con un bies de seda. Los detalles marcaron la diferencia en un look muy cuidado donde no faltó algo nuevo, el vestido y una pulsera de brillantes; algo usado, la alianza de compromiso; algo prestado, los pendientes de su madre y algo azul, el lazo de liga. El ramo de rosas teja y marrón un todo un acierto que se llevó las miradas y comentarios de muchos.
Un menú de reyes
Terelu recordaba con cariño en el programa de cocina su boda y el menú que ofreció en el Hotel Real de Santander a sus más de 200 invitados. "Hoy por hoy me siguen diciendo que en mi boda es dónde mejor comieron", aseguró la colaboradora. De primero, un foie-gras fresco de pato sobre gelée al Oporto con profiteroles de grosella y endibias rellenas; de segundo, un lomo de merluza con langostinos al champagne con hojaldre y mousse de calabacín y, por último, un centro de solomillo con pasas, patatas suflé, tomates a la provenzal y brócoli. La tarta era una tulipa de mousse de fresa con helado de leche merengada sobre fondo tropical.
Durante la cena los primos de Málaga de la novia le regalaron a la pareja una medalla de la cofradía a la que había pertenecido su padre antes de fallecer. Ellos querían que tuviera aquel objeto para siempre y eligieron aquel bonito día para entregársela. Un regalo con mucho significado que hizo que la presentadora se emocionara mucho. La fiesta duró hasta entrada la madrugada y los novios lo dieron todo en la pista de baile.