Por obra y gracia del Dios Poseidón, Kiko Jiménez ha vuelto a las pantallas de Telecinco reconvertido en concursante de ‘Supervivientes’. Siete años después de su primera aventura en los Cayos Cochinos, el novio de Sofía Suescun ha vuelto a Honduras con la firme intención de ganar el programa. La ocasión es fantástica para conocer mejor a la familia de Kiko, que creció sin la figura paterna después de que este abandonase a su madre cuando el célebre participante tenía solo un año.
La vida del padre de Kiko, Fernando Martínez, no ha sido precisamente ejemplar. El hombre ha ido entrando y saliendo de prisión a lo largo de su vida y fue precisamente tras los barrotes de la cárcel donde conoció a Kiko cuando era un niño de 5 años. "Recuerdo verlo a través de un cristal y saber que esa persona que estaba al otro lado era mi padre. Mi madre me llevó porque consideró que él tenía derecho a conocerme", explicó en GH VIP.
Kiko no tiene trato y "nunca he hecho por hablar con él". De hecho, por no llevar no lleva ni su apellido. Esta peculiar situación hace que Jiménez valore el papel que ha tenido su madre en su educación: “Lo único que hizo fue separarse de un hombre que le hacía daño. Es una jabata que ha luchado por sacar adelante a su hijo", reconocía hace un tiempo en televisión.
Los espectadores de Telecinco conocen bien a Carmina, la madre de Kiko. Esta luchadora mujer ha ejercido de defensora de su hijo en algunos de los programas de telerrealidad en los que ha participado en el pasado. Espontánea y divertida pero también aguerrida a la hora de defender a su hijo, del que se siente tremendamente orgullosa.
En sus redes sociales, Carmen presume de su hijo y nos muestra algunos detalles de su vida personal: como su elegancia natural o sus pinitos como modelo cuando era más joven. Analizando su feed de Instagram, también sabemos que tiene buena relación con el clan Suescun Galdeano y que le encanta practicar yoga o desayunar chocolate con churros. Hace un año, Carmina pasó un tiempo hospitalizada y contó con el apoyo incondicional de su hijo.
Los padres de Carmina (y por tanto los abuelos de Kiko) también han estado muy presentes en la crianza del naufrago televisivo. Gracias a su abuelo, Kiko no notó la ausencia de la figura paterna. "Mi padre fue mi abuelo, gracias a él soy quién soy y tengo unos valores", dice. Ambos tienen presencia en las redes sociales de Kiko e incluso han aparecido en alguna ocasión en pantalla opinando sobre las polémicas que ha protagonizado.