Diego Matamoros ha vuelto a caer rendido a los encantos de la medicina estética. El hijo de Kiko Matamoros y Marián Flores ha visitado su clínica de estética de confianza para someterse a varios retoques estéticos en la cara. Concretamente, el hermano de Laura Matamoros ha apostado por ponerse pómulos, pincharse botox y realizarse una masculinización facial. Un pack completo mediante el que ha obtenido un impactante resultado que ha mostrado a través de su perfil oficial de Instagram.
El hijo del colaborador de 'Sálvame' se ha convertido en todo un abanderado de los retoques estéticos, sin embargo, su pasión por la medicina estética poco o nada tiene que ver con la relación que mantuvo con Carla Barber. Antes de este noviazgo, Diego ya se había declarado un completo enamorado de los pinchazos de botox.
Ahora, para terminar el año con la mejor cara posible, el hermano de Laura Matamoros ha visitado la cínica Diego de León para realizarse un cambio de imagen de lo más sorprendente que ha conseguido dejar en auténtico shock a sus seguidores, que han sido los primeros en poder ver el resultado de sus retoques estéticos en la cara.
Y es que lejos de someterse únicamente a uno de ellos, Diego Matamoros ha optado por someterse a un pack de retoques con los que ha obtenido un resultado de lo más impactante. Según apuntan desde la clínica, se trata del 'efecto contouring' de la clínica Diego de León, una novedosa técnica mediante la que se consigue en marcar el pómulo mediante "micro infiltraciones de ácido hialurónico".
De este modo, "los pómulos se muestran marcados, más definidos y proyectados hacia arriba, de forma paralela a la dirección de la propia mirada", obteniendo un rostro mucho más anguloso y perfilado. "El resultado es espectacular y, sobre todo, muy natural", ha señalado Diego Matamoros, que está encantado con sus nuevas facciones, de las que ya ha presumido a través de su perfil de Instagram.
Esta técnica, que actúa como un 'lifting' pero sin cirugía, se aplica con una duración de entre 15 y 20 minutos y se realiza con anestesia local en la zona sin necesidad de hospitalización. Además, los resultados son inmediatos (aunque mejoran progresivamente tras los primeros siete días) y los únicos consejos de cuidado tras el tratamiento son no frotar la zona durante las primeras 24 horas y no realizar ejercicio de alto impacto.
Además, para potenciar los resultados, Diego Matamoros ha optado por también someterse a una masculinización facial, que consiste en la "remodelación del óvalo facial sin necesidad de cirugía" para remarcar la arco mandibular con la intención de dar más fuerza a la "expresión masculina del rostro". "Para mí es algo indispensable", ha reconocido Diego Matamoros, que no ha tardado en lucir sus nuevos pómulos, su marcadísima mandíbula y sus pinchazos de botox en la frente, con los que ha eliminado las líneas de expresión.