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Andrea Molina, Andy para los amigos, lleva el arte en las venas: la hija de Lydia Bosch y Micki Molina, actriz y modelo, sabe cómo exprimir la vida a tope. La joven, que se ha hecho un hueco en el mundo de las redes sociales, donde tiene más de 50.000 seguidores, cuenta a través de su cuenta de Instagram algunos retazos de su envidiable vida.
El amor sonríe a esta joven de 30 años que lleva más de seis años de sólida relación con Juan (Juanín) Fernández Castaño, uno de los integrantes de la exitosa banda de pop ‘Marlon’. La sobrina de Antonio Molina comenzó en 2016 a salir con el guitarrista de esta aclamado grupo asturiano, que esta primavera lo está petando con su hit ‘De perreo’.
Desde sus bio de redes sociales Andrea deja claro cuál es su lema vital: “Hagas lo que hagas, hazlo siempre desde el amor”. Y la joven parece seguirlo a rajatabla porque en todas y cada una de sus publicaciones de Instagram se respira pasión por la vida. Jornadas playeras, viajes en barco, jornadas de relax, escapadas a la nieve, planes con amigas… Andy siempre desborda plenitud y simpatía.
Otro protagonista eventual de las redes sociales de Andrea es Nico, el perrito que desde hace tres años comparte con su pareja. Este divertido peludo de color canela hace las delicias de Andrea y de Juan que, según dice, se comunica con ellos en su particular lenguaje perruno. “Volveríamos a adoptarte con los ojos cerrados, Nico. Espero que para ti, nosotros también estemos a la altura ratón”, le dedica en una publicación.
A Andrea le gusta disfrutar de los placeres sencillos de la vida: un baile en su habitación, una siesta al sol o una tarde en familia son instantes que a Andrea le gusta capturar, saborear y compartir. En una ronda de preguntas realizada a través de las intrastories de su cuenta, Andrea explicó que “ve a su padre muy a menudo” y "siempre que podemos" y ha definido a su madre como su heroína. “Mi mami es la mejor” publicó junto a varias imágenes en las que muestra lo bien que se lo pasan juntas.
A pesar de que tiene a reconocidos actores en la familia, Andrea aún espera su gran papel como actriz. Mientras llega ese momento, sostiene que no tiene prisa. "Mi sueño es aprender a ser feliz dedicándome a la interpretación, a la panadería, a la moda, al magisterio... que mi felicidad no dependa de a lo que me dedico. Mi sueño es valorarme y quererme como me merezco, siempre sin buscar validación del exterior", dice. Como es una mujer con los pies en la tierra hace varios años decidió matricularse en la Universidad a estudiar el doble grado de Magisterio y hace tres años que está graduada.