Conmoción sin precedentes ante la “interrupción” del matrimonio de la Infanta de Cantora: Anabel Pantoja. La sobrinísima de la tonadillera podría haberse separado de “su negro” tan solo cuatro meses después de casarse en la canaria isla de La Graciosa. Esta triste noticia, aún por confirmar, viene al pelo para recordar cómo ha sido la historia de amor entre la colaboradora de 'Sálvame' y Omar Sánchez.
Los caminos de Omar y Anabel se cruzaron en el año 2018, cuando Anabel viajó hasta Gran Canaria junto a su tía Isabel, que ofreció en Las Palmas un multitudinario concierto. Tras el recital la sobrina de la tonadillera se unió al resto del equipo de la cantante para salir de fiesta y en una discoteca Omar se fijó en las voluptuosas curvas de la colaboradora, aunque no se atrevió a lanzarse al ataque.
A la mañana siguiente, cuando Anabel estaba en la puerta de embarque del aeropuerto para volver a la península vio un mensaje privado en sus redes sociales que le provocó un ataque al corazón: un tímido y anónimo morenazo le preguntaba: “¿Sigues en mi isla?”. Anabel le respondió “ipso facto” y así comenzaba el romance entre ambos, que en los primeros tiempos se quedó limitado al ámbito virtual debido a la distancia oceánica que los separaba.
La desvirtualización tuvo lugar meses después cuando Omar sorprendió a Anabel en el aeropuerto de Sevilla cuando regresaba de un viaje a Roma. “Fue algo mágico, pero también me daba algo de miedo”, contaría tiempo más tarde la prima de Kiko e Isa P.
Cuando la pareja traspasó el umbral de un año de relación, Anabel decidió que era el momento de dar un paso al frente y se mudó a Canarias. En las navidades del 2019 publicó en sus redes sociales en la que se la veía en su nuevo hogar rodeada de las cajas de la mudanza en las que se podía leer el contenido de cada container: “Gerseis” (sic) “pantalones” …
La explosión de la pandemia fue una prueba de fuego para la Pantojita y Omar, que pasaron el confinamiento en su nidito de amor de la localidad canaria de Pozo Izquierdo. El encierro sirvió a la pareja para conocerse mejor y afianzar su amor y, de paso, para convertir a Anabel en la reina de las redes sociales.
El estado de alarma fue el acicate que la Infanta de la copla necesitaba para crear contenido digital: aprendió a cocinar, emitió directos memorables y entretuvo al personal con sus bailes y sus ejercicios gimnásticos. Ni su amor por “El Negro” y el número de followers dejaban de crecer.
Hace exactamente un año Anabel copaba los titulares de la prensa de sociedad española por su posible embarazo: Omar compartió en sus redes una fotografía en la que ponía su mano en el vientre de Anabel. La instantánea de la pareja hizo saltar todas las alarmas sobre el posible embarazo de la influencer.
Tras los rumores y especulaciones, Anabel se hizo un test en directo en “Sálvame” para acabar con la incertidumbre y, para sorpresa de todos, dio positivo: "Esto lo habéis trucado. No es posible. Pusimos esa foto porque en muchas fotos se metían con mi barriga y me decían que si estaba embarazada o qué pasaba. Toda la gente de mi entorno sabía que me hacía el test para reivindicar las curvas, pero no contaba con las dos rayas positivas", relataba incrédula. Al llegar a casa Anabel se repitió la prueba, esta vez sí, salió negativa.
La historia entre Omar y Anabel llego a su culmen el pasado mes de octubre, cuando la pareja sellaba su amor eterno en una ceremonia en la isla de La Graciosa. La boda no estuvo exenta de polémica: tuvo lugar horas después del fallecimiento de la abuela de la novia y contó con la sorprendente “espantá” de su primo Kiko.
A pesar de las ausencias, la celebración contó con invitados de renombre del mundo de la empresa alimentaria (Belén Esteban), la canción ligera (las divas del reggaetón Isa P y Amor Romeira) y de la moda (la diseñadora Raquel Bollo).