La cuenta atrás ha comenzado. Adara Molinero y Rodri Fuertes están a punto de ver terminada la vivienda de sus sueños y muy pronto podrán disfrutar de ella. La ganadora de 'Gran Hermano VIP' está emocionada con los avances y no ha podido evitar abrir las puertas de su nueva casa antes de tiempo.
"Estoy en la casita nueva", anuncia en sus redes sociales mientras hace una pequeña visita guiada a sus seguidores. "Solo falta el suelo, que llega la semana que viene, armarios y cocina", añade con una gran sonrisa viendo lo poco que falta para que la obra terminen se produzca la entrega de llaves.
Adara cuenta los días para poder realizar la mudanza y dar comienzo a esta nueva y emocionante etapa de su vida que compartirá junto al que fuera su compañero de concurso en 'Gran Hermano 17' y su hijo Martín, el pequeño que naciera fruto de su relación con Hugo Sierra.
Una de las estancias que ha querido mostrar con más precisión ha sido precisamente el cuarto de baño de su retoño, que cuenta con unos bonitos y brillantes azulejos de color azul oscuro, a contraste los mate en color blanco del suelo. Aunque Martín Sierra es aún pequeñito, Adara ha querido retirar la bañera e instalar una ducha con mampara en su lugar. Algo que algunos de sus seguidores no han entendido del todo y a lo que a ella ha respondido diciendo que su hijo se ducha de pie, que nunca se baña y que esa es, además, una forma de ahorrar agua, "que estamos en sequía".
La nueva casa de Adara Molinero y Rodri tendrá nada más y nada menos que 110 metros cuadrados. Una espaciosa vivienda que la pareja ha reformado completamente y que muy pronto podrán empezar a decorar. La vivienda original disponía de tres dormitorios, sin embargo, dado el afán que ambos tienen por la moda, han decidido reconvertir uno de ellos en vestidor y quedarse únicamente con dos habitaciones.
Mientras llega el esperado momento, la pareja va colocando pequeños detalles y apliques, como los "foquitos" que ha colocado en el pasillo de su luminosa vivienda, que no solo dispone de una increíble luz natural gracias a la luz natural que entra por los ventanales, sino también por la artificial.
Y es que, la arquitecta e interiorista que lleva el proyecto de reforma se ha vuelto, en palabras de Adara, "loquita con las luces" y se ha encargado de que no haya prácticamente un rincón oscuro en toda la vivienda.