En la casa de ‘Gran Hermano VIP’ los sentimientos se magnifican. Después de un comentario de Luitingo, Jessica Bueno no podía evitar romper a llorar al sentirse identificada con las despectivas palabras que pronunciaba su compañero de concurso, insinuando que había determinados famosos cuya popularidad se debe únicamente a sus relaciones personales con personajes mucho más conocidos y adinerados que ellos. “Nunca he estado con alguien por dinero", contestaba dolida la modelo, que puede presumir de tener sus propios negocios y fuentes independientes de ingreso.
Gracias a su espectacular belleza, Jessica Bueno consiguió alzarse con la corona de Miss Sevilla en el año 2009. Su carrera en el mundo de la moda despegó desde entonces y, salvo los años en los que decidió apartarse de las pasarelas para entregarse en cuerpo y alma a sus hijos, jamás ha dejado de trabajar.
Los desfiles y contratos publicitarios le llovían a raudales. En aquella época, Jessica era una de las mujeres del momento. Dos años más tarde, en 2011, se animó a participar en ‘Supervivientes’, donde conoció a Kiko Rivera, padre de su hijo Francisco. Su historia con el hijo de Isabel Pantoja no terminó de la mejor de las maneras, sin embargo, la modelo no se rindió.
Un par de años más tarde, la sevillana conoció a Jota Peleteiro, con el que tuvo a sus hijos Jota Jr. y Alejandro. Y aunque durante esos años estuvo más centrada en su maternidad (y en su faceta de influencer), Jessica aprovechó ese tiempo para formarse en Comercio y Marketing.
Tras completar su formación, se matriculó en la Universidad, donde con excelentes notas se graduó en Protocolo y Organización de Eventos. Ambas titulaciones sirvieron a la modelo para redirigir su futuro profesional. Su empeño y dedicación acabaron viéndose recompensados y, a principios de año, la joven anunciaba el importante y emocionante proyecto profesional en el que se había embarcado.
Así, de la mano de Lorena Bermúdez, su amiga y compañera de carrera, nacía Birya Studio, una empresa de organización de eventos privados de lujo con la que ambas socias ya han realizado varios trabajos y están cosechando importantes éxitos.
Más allá de los ingresos que este negocio pueda estar generándole, Jessica tiene otras importantes fuentes de ingreso. Tras su polémica y comentada ruptura con Jota Peleteiro, la modelo regresó a las pasarelas. No solo eso. También comenzó a explotar de nuevo su faceta como modelo publicitaria.
En estos últimos meses, la sevillana ha protagonizado numerosas campañas y editoriales de moda. Las firmas confían en ella y sus redes no dejan de crecer. Sus seguidores aumentan de manera exponencial, algo que impulsa su faceta de influencer.
Esto no se debe solo al cuidado contenido que publica y las firmas con la que trabaja, también influye la postura y discreción que Jessica ha mantenido en un año marcado por las polémicas; algo que por otra parte ha hecho que los internautas se vuelquen y aplaudan cada uno de los pasos que ha dado.
Su nueva aventura en ‘GH VIP 8’ también servirá para aumentar su popularidad, y de nuevo, potenciar sus negocios e ingresos.
Sobre su patrimonio real no tenemos constancia. En su pueblo natal tiene una casa a la que acude cada vez que puede con sus hijos. Tras su ruptura con Peleteiro, se mudó a una nueva y bonita casa con los niños (que podría, o no, ser de alquiler); poco después, él ponía a la venta su espectacular mansión por 2 millones de euros que, de haberse casado por régimen de gananciales, tendrían que repartir.