Violeta Mangriñán ha decidido alquilar su casa de Valencia. La exconcursante de ‘Supervivientes’ dice ‘adiós’ a su sueño de vivir en Villa Favioleta y regresa a la capital este mismo verano. Su espectacular casa de diseño dejará de ser su residencia habitual, sin embargo, después de meses amueblando este maravilloso chalet en su tierra, tiene claro que no piensa renunciar a algunos exclusivos muebles que planea llevarse a Madrid cuando se mude.
La también extronista de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ ha amueblado con mucho gusto y mimo cada rincón de esta casa; una construcción moderna de 500 m2 distribuidos en dos plantas que se levanta sobre un enorme jardín (delantero y trasero) con piscina porche y solárium.
Encontrar piezas de diseño que se adaptasen a sus gustos, encajasen con la distribución de la casa y que, además de bonitos, fuesen funcionales y prácticas, no ha sido fácil. Por este mismo motivo, y aunque la influencer deje muchos muebles a sus futuros inquilinos, tiene claro que muchos de ellos viajarán con ella a Madrid.
En la capital, la joven tiene pensado alquilar una nueva vivienda, aunque no descarta en un futuro construir una nueva casa. Entre los muebles que la novia de Fabio Colloricchio ha decidido llevarse, se encuentran algunos de los enseres más icónicos que conforman la decoración de su hogar.
Un espejo asimétrico, una enorme mesa de comedor con patas geométricas de color negro, así como las seis sillas tapizadas de tonalidad arena que la rodean, o el aparador de color verde matcha (una de sus bebidas favoritas) que tiene en la entrada, es parte del mobiliario que piensa trasladar a su futura casa de Madrid.
“Cuando me mude estos muebles se vienen conmigo”, explica a través de sus redes sociales sin saber aún si, por un tema de espacio, deberá renunciar o no a alguna de sus adquisiciones deco favoritas.
Violeta y Fabio tienen pensado instalarse en Madrid este verano. Por el momento, y mientras la búsqueda de su futuro hogar continúe, cada vez que viajan a Madrid, continúan quedándose en el ‘pisito’ que alquilaron justo antes de mudarse a Villa Fabioleta. Un apartamento que les permite hospedarse y sentirse en su propia casa, pero que resulta pequeño para vivir con su perrita Canela y su hija Gala.