Marisa Martín-Blázquez se ha sumado a una iniciativa que circula en las redes sociales para darle visibilidad a la enfermedad rara, crónica, neuromuscular y autoinmune que le fue diagnosticada con 23 años, la Miastenia Gravis. Así, la colaboradora de 'El programa de Ana Rosa' ha escrito un largo texto en Instagram explicando en qué consiste esta dolencia y cómo lidia con ella en su día a día.
"Hoy celebranos nuestro día. No exagero al utilizar el verbo, porque los miasténicos somos muy de celebrar cada pequeño logro. Y dar visibilidad a nuestra enfermedad, rara, crónica, neuromuscular, autoimmune y desconocida, es para celebrarlo [...] Necesitamos que se conozca nuestra enfermedad y nuestro día a día. Y necesitamos ese soplo que nos da fuerza y buen viento para seguir navegando", comenta la periodista este dos de junio, día de la Miastenia Gravis, una enfermedad que padecen 15.000 personas en España y que provoca debilidad muscular extrema, tal y como explica ella.
"La Miastenia Gravis es una enfermedad neuromuscular autoinmune y crónica, caracterizada por grados variables de debilidad de los músculos esqueléticos (los voluntarios) del cuerpo. La denominación proviene del latín y el griego, y significa literalmente debilidad muscular grave", ha explicado Marisa acerca de su enfermedad, que suele dar las primeras señales con "un cuadro insidioso de pérdida de fuerzas" y que se manifiesta con síntomas como el cansancio agudo, la falta de fuerza muscular, la caída de los párpados (ptosis), cambios en la expresión facial y dificultad para sonreír, gesticular, respirar, deglutir, subir escaleras o hablar.
Tras explicar en qué consiste la enfermedad, la esposa de Antonio Montero ha pedido empatía para todos aquellos que la sufren: "Estoy bien y he aprendido a convivir con mi enfermedad. Simplemente quiero hacer llegar un mensaje: en ocasiones criticamos (me incluyo) sin saber, hacemos juicios de valor erróneos y podemos hacer daño [...] Si veis en mi cara y cuerpo esa asimetría y no la perfección, sabed que no es por eso que algunos, creyendo saber todo, critican erróneamente. Soy imperfecta y enferma crónica y me quiero así".
La periodista ha explicado que esas críticas hacia su físico ya no le afectan, porque ha aprendido "a pasar de ellas" y a centrarse únicamente en "cuidarme para no empeorar y seguir con mi tratamiento y revisiones". En ese autocuidado, el deporte ha sido una pieza fundamental: "Afortunadamente, fui diagnosticada pronto, hago mis revisiones con mi neurólogo, tomó diariamente (4 tomas) mi medicación y algo importantísimo: jamás he dejado de hacer deporte. Este me ha salvado porque mi enfermedad crónica y autoinmune comenzó a ralentizar su evolución con mi entrenamiento de fuerza".