Manuel González habla por primera vez del desconocido tratamiento médico que se realiza desde que era adolescente. El exparticipante de ‘La isla de las tentaciones’ se ha desplazado hasta la clínica de la Federación Andaluza de Fútbol de Sevilla para realizarse un tratamiento que lleva haciéndose desde los 17 años.
Antes de dar su salto a la pequeña pantalla, el gaditano prometía convertirse en toda una estrella del fútbol. Llegó a jugar como canterano del Real Betis y del Real Madrid, sin embargo, una grave lesión, cuyas secuelas parece continuar arrastrando a día de hoy, le acabaron alejando de su sueño y del terreno de juego.
Tal y como él mismo ha explicado tras acudir a su última sesión, González tiene ambas rodillas tocadas. En la izquierda tiene “ligamento cruzado, menisco, cartílago y edema óseo”, mientras que, en la derecha, presenta “doble menisco, tanto interno como externo”.
Para evitar complicaciones futuras y otras molestias, Manuel acude de forma periódica a realizarse este tratamiento desde hace 16 años (acaba de cumplir 32).
Un procedimiento que no ha dudado en mostrar de forma íntegra y donde se puede ver cómo los médicos extraen su sangre para después inyectarle su propio plasma rico en plaquetas en ambas rodillas.
El exnovio de Lucía Sánchez ha querido hablar además del tratamiento complementario que se realiza desde que era adolescente. Antes de someterse a las infiltraciones de plasma, Manuel se inyecta una “doble dosis” de ácido hialurónico, lo que le permite tener ambas rodillas lubricadas y poder hacer deporte y llevar una vida normal sin apenas dolores o complicaciones.
El gaditano asegura estar acostumbrado a este tratamiento, el cual apenas siente y afirma es completamente “indoloro”. Una percepción que, no obstante, reconoce que quizás tiene por llevar pinchándose de manera continuada desde hace “dieciséis años”.
El exconcursante de ‘Pesadilla en el paraíso’ no ha dudado en enseñar paso a paso todos y cada uno de los procedimientos médicos que se realiza cada cierto tiempo y que ya ha integrado como parte de su vida. Así pues, tras los viales de ácido hialurónico que le aplican, los médicos infiltran a Manuel González en ambas rodillas “gas ozono mezclado el plasma de la sangre que me han sacado”.
El plasma rico en plaquetas se obtiene a través de la sangre del paciente (en este caso, Manuel). Después de ser extraída en tubos estériles con un anticoagulante, se introduce en una centrifugadora, que durante unos 15 minutos (aproximadamente) y a una velocidad de unas 3.200 revoluciones por minuto, consigue separar el plasma enriquecido con plaquetas del resto de células sanguíneas.
“Esto es perfecto para una recuperación total. Se lo recomiendo a todo el mundo que se ha operado de la rodilla, del ligamento, del cartílago… es increíble. Me lo aplican en las dos rodillas y es brutal”, cuenta mientras habla de los múltiples beneficios que nota.