Marina García, exconcursante de 'La isla de las tentaciones', se ha sincerado con sus seguidores de Instagram acerca de su deseo de volver a someterse a una operación estética después de haberles comunicado que deberá pasar por quirófano de forma obligatoria para corregir un problema que tiene en la vista a raíz de una caída que sufrió en la infancia y cuyas consecuencias arrastra hasta la actualidad.
Cuando explicó que debía operarse para corregirse este problema de salud, la influencer dejó claro que no le atraía la idea de entrar a quirófano por todo lo que eso implicaba a nivel riesgos y por el postoperatorio que le alejaría durante un tiempo de su trabajo como gestora de las redes sociales de su clínica de medicina estética. Ahora, también ha confesado que está postergando la operación para reducir el tamaño de su pecho por la misma razón.
"No me apetece meterme en quirófano y pasar por un postoperatorio, pero es verdad que quiero quitarme el pecho, quiero reducírmelo porque quitármelo no se va poder quitar entero, porque de estar la piel estirada después se va a quedar más flácida", ha comentado la novia de Jesús Sánchez, que también ha querido revelar por qué quiere reducir el tamaño de su pecho, que hace años se operó para lucirlo más grande.
"Pienso que lo tengo extremadamente grande para lo delgada que soy, entonces me lo quiero quitar y reducirme bastantes tallas, pero a ver cuándo porque no veo el momento, algún día lo haré...", ha confesado la que fuera participante de 'La última tentación', que a sus 24 años se ha sometido a cuatro operaciones estéticas y a cinco retoques.
Esta no sería la primera vez que Marina decide cambiar el resultado de alguna de estas operaciones estéticas, pues a comienzos de este año le contó a su más de medio millón de seguidores en Instagram que había decidido quitarse los restos de ácido hialurónico que le quedaban en el rostro porque consideraba que no había sabido escoger qué era lo que le quedaba mejor a su cara y quería volver a tener un aspecto "más natural".