Marina García y Jesús Sánchez, exconcursantes de ‘La isla de las tentaciones’ han encontrado por fin el piso donde vivirán hasta que su nueva casa esté acabada. La pareja lleva mucho tiempo queriendo dar este paso, pero por circunstancias laborales no han podido hacerlo antes. Han compartido en redes la buena noticia y ahora les toca prepararse para mudarse y llenar ese piso provisional con todas sus cosas y, más aún, si dentro de poco su familia va a aumentar con Caramelo, una caniche pequeña de color cobre que tiene completamente enamorados a todos.
Las novedades han llovido este año en las vidas de Marina y Jesús. Antes de que acabe el año ya van tener un nuevo miembro en la familia, la construcción de su casa en marcha y un piso provisional donde van a vivir juntos hasta entonces. Aún que ahora es motivo de celebración el haber encontrado un hogar provisional, donde vivirán por lo menos dos años, la búsqueda se ha convertido en una pesadilla para la pareja, que no veía el momento de vivir bajo un mismo techo.
Su relación se encuentra en un momento mágico, viviendo con ilusión todos los cambios y creciendo juntos. Por eso, llevan mucho tiempo queriendo compartir hogar, pero no ha sido posible ya que los dos acaban de empezar su negocio y le han dedicado el cien por cien de su atención. Sin embargo, por fin llegó el gran momento y los influencers no han dudado en compartir en Instagram cómo va a ser su piso provisional.
Sin moverse de Sevilla, se han decantado por un apartamento de gran tamaño y muy luminoso. En el vídeo que han adelantado podemos observar una moderna cocina de tonos negros y grisáceos, un largo pasillo blanco con un baño, dos habitaciones y un espacio considerable para montar el salón , todo pintado de blanco. La pareja no nos ha adelantado nada más y han avisado que ahora se tienen que poner manos a la obra a amueblar y arreglar el piso para poder instalarse cuanto antes con Caramelo.
Tantas novedades tienen entusiasmados a Jesús y Marina quienes, enamorados, ya han hablado de boda a largo plazo y de la ilusión que les hace poder ahora compartir su día a día en una misma casa. Además, la llegada de Caramelo va a hacer que creen su propio nido familiar. Ambos esperan pacientemente a que pasen estos dos años, deseando que el proceso de reforma de su casa acabe cuanto antes y así cumplir un sueño.