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Mario, uno de los dos jóvenes con discapacidad intelectual que fueron agredidos el pasado sábado tras el partido entre el Villarreal CF y el Valencia CF, ha grabado un pequeño vídeo en el que cuenta cómo se siente tras la paliza que recibieron. "Me siento destrozado. Ahora me da miedo ir a un partido o a un concierto y que vuelva a pasar", explica.
El joven está ingresado en el Hospital General de Castellón a la espera de ser operado de la doble fractura de mandíbula que sufre tras los puñetazos recibidos. "Estábamos saliendo del partido, nos vieron con la bufanda del Villarreal y vinieron a por nosotros", cuenta.
A partir de ahí, no recuerda nada más. Algo que sí tiene grabado Adrián, su amigo que también fue agredido. "Fue brutal. Cuatro individuos comenzaron a insultarles llamándoles aldeanos e hijos de puta y aunque no les hicieron caso cuatro individuos encapuchados ya mayores comenzaron a golpearles", cuenta Susana Herreros, madre de Adrián, que explica que "mi hijo solo recuerda a uno que llevaba la cabeza rapada y barba".
A Mario y Adrián, que iban con otro amigo, les propinaron numerosos golpes en la cara y el abdomen. "Mi hijo me llamó enseguida y me contó lo que había sucedido y que su amigo Mario estaba en el suelo sangrando", explica la mujer.
Susana inmediatamente llamó a la policía y los agentes se desplazaron al lugar de los hechos junto a los servicios médicos, que los trasladaron al Hospital de la Plana. "Adrián empezó a perder la vista de un ojo. Le hicieron un tac y al parecer tiene un hematoma de los golpes que recibió en el pómulo y eso es lo que le afecta a la vista. También está dolorido de la boca cuando va a comer de los puñetazos que le dieron", explica.
Mario desde el hospital hace un llamamiento: "Quiero que se haga justicia porque esta gente no puede estar suelta en la calle". El joven solo puede ingerir comida triturada y beber líquidos. El próximo jueves, una vez baje la inflamación, será operado de la doble fractura de mandíbula.
La buena noticia es que la paliza no le ha afectado al hígado que le trasplantaron hace un año.
La Policía Nacional ha abierto una investigación y está a la espera de citar a declarar a las víctimas, mientras que, de momento, no se ha producido ninguna detención.
El Villarreal, el Valencia y La Liga han condenado la agresión y se han puesto a disposición de las autoridades para identificar a los agresores.
Desde el club groguet han reiterado "su absoluta condena y máximo repudio a cualquier acto de violencia en todas sus formas, que no tienen cabida en el fútbol y en la sociedad, y desea mostrar su apoyo a los afectados, con quienes está en contacto permanente y colaboración desde la agresión".
Mientras, el Valencia lamentó lo ocurrido y aseguró que prohibirá la entrada a su estadio a los responsables si estos son identificados como socios del club. "El fútbol no admite la violencia en cualquiera de sus formas, los estadios deberían ser un lugar libre de odio y el club condena estos hechos que no representan los valores fundamentales del deporte ni la sana convivencia y respeto entre aficiones que quedó patente durante todo el encuentro", indicó.
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