En pocos días se cumplirá un año de la tragedia de Campanar y la investigación, lejos de acabar, se complica, ahora hemos conocido que la DANA que golpeó con fuerza la provincia de Valencia no solo causó graves daños en viviendas, carreteras y comercios, sino que también afectó a importantes pruebas judiciales. Entre ellas, evidencias clave sobre el devastador incendio que arrasó un edificio de viviendas en el barrio de Campanar el 22 de febrero de 2024, en el que fallecieron diez personas. Ahora, se ha confirmado que varias de estas pruebas han quedado inutilizadas debido a las inundaciones provocadas por el temporal.
Según ha informado el Juzgado de Instrucción 9 de Valencia, el agua arrastró y destruyó piezas fundamentales para esclarecer las causas del incendio. Entre los elementos afectados se encontraba el motor compresor del frigorífico donde, según los informes periciales, se originaron las llamas. También se han perdido fragmentos del revestimiento exterior del edificio, piezas del material aislante de la fachada y la sustancia utilizada para unir los paneles metálicos del edificio. Estos elementos eran claves para determinar si el material contribuyó a la rápida propagación del fuego.
Las pruebas estaban almacenadas en el depósito de piezas de convicción de la Generalitat Valenciana, ubicado en Ribarroja del Túria. Esta instalación, gestionada por la Conselleria de Hacienda y con espacios cedidos a la Conselleria de Justicia, resultó gravemente dañada por las inundaciones. El pasado 6 de diciembre, la Generalitat informó de que el agua afectó tanto a la infraestructura del depósito como al material almacenado, dificultando la conservación de muchas pruebas judiciales. El Servicio Común Procesal de Asuntos Generales (SCAG) de Valencia custodiaba en el depósito de Ribarroja unas 30.000 piezas relacionadas con distintos procesos judiciales. Según las autoridades, el temporal afectó especialmente a los materiales ubicados en los primeros estantes, correspondientes a casos del Partido Judicial de Valencia y la Audiencia Provincial. Se estima que aproximadamente el 15% del material resultó dañado, aunque aún no se ha determinado el estado exacto ni la posibilidad de recuperación de estas piezas.
La pérdida de estas pruebas supone un duro golpe para la investigación del incendio de Campanar. Los peritos contaban con estos elementos para determinar si existían fallos en los materiales de construcción que agravaron la tragedia. Sin ellas, se complica la posibilidad de establecer responsabilidades y esclarecer por completo lo ocurrido. Las autoridades judiciales trabajan ahora para evaluar el impacto de esta pérdida y determinar si es posible recuperar información clave de otros análisis previos.
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