Un jurado popular juzga desde este martes al parricida de Sueca acusado de matar a su hijo, de once años, en su domicilio el pasado 3 de abril de 2022.
Un nuevo jucio de violencia vicaria que se celebrará en la Ciudad de la Justicia de Valencia durante cuatro jornadas después de que se aplazara el pasado 18 diciembre para que no coincidiera con la Navidad ya que podría alargarse más de lo previsto debido a la complejidad del caso y la gran cantidad de informes y testimonios que deben exponerse.
El Jurado tendrá que decidir si el procesado le clavó un cuchillo al menor en varias ocasiones, hasta que le causó la muerte y si lo hizo con la intención de causarle dolor a la madre del niño, a la que el hombre habría amenazado y maltratado tanto física como psíquicamente durante el matrimonio.
El tribunal ciudadano también tendrá que determinar si el hombre, tras el divorcio de mutuo acuerdo en septiembre de 2021, donde acordaron la custodia compartida del menor, mantuvo las visitas que le correspondían y cesó todos los actos hostiles respecto de su exesposa, hasta días antes al 3 de abril de 2022, cuando ocurrieron los hechos.
Para el acusado, José Antonio A.C., de 49 años, la Fiscalía pide la prisión permanente revisable.
Según se desprende del escrito de la Fiscalía y de las declaraciones del propio acusado, los hechos se produjeron con premeditación para causar el mayor daño posible a su exmujer.
Con la excusa de celebrar el cumpleaños del pequeño Jordi, que cumplió 11 años el 1 de abril, el padre pidió a su exmujer poder comer con el niño el domingo 3 de abril para celebrarlo. Ante la insistencia del hombre, la madre accedió.
Ese día la mujer dejó al pequeño sobre las 13 horas a la puerta del patio del domicilio en el que había residido la familia y que en ese momento ocupaba el hombre. Tan solo una hora después, el niño envió un mensaje a su madre pidiéndole que le recogiera. Ante la sospecha de que algo malo podía estar pasando, la mujer llamó a su hijo en varias ocasiones, hasta que finalmente el padre le permitió coger el teléfono durante unos segundos, en los que el niño solo pudo gritar: "¡Mamá!".
En el relato del Ministerio Fiscal se recoge que tras una discusión con el niño, el parricida cogió dos cuchillos y le dijo a su hijo: "Jordi, voy a por ti!. De nada sirvieron las súplicas del pequeño, que le aseguró que "no se lo diré a mamá".
Cuando la madre llegó al domicilio, el hombre ya no respondió a las llamadas al timbre. Minutos después, una patrulla de la Guardia Civil accedió a la vivienda y encontró el cuerpo sin vida de Jordi y al presunto parricida que fue detenido.
En el caso del parricida de Sueca se produjo una evidente descoordinación entre juzgados. La expareja del presunto asesino y madre del menor, le denunció meses antes del crimen por acceder a su domicilio con dos cuchillos e intentar estrangularla después de que esta le anunciara que quería separarse tras años de malos tratos y amenazas.
Después de la celebración de un juicio rápido, el hombre fue condenado y se le impuso una orden de alejamiento respecto a la mujer. Sin embargo, la falta de coordinación entre los juzgados de lo civil y de violencia de género, provocó que un mes después de la condena, la expareja firmara un divorcio de mutuo acuerdo con una custodia compartida.
Tras lo sucedido, el Consejo General del Poder Judicial reclamó la aplicación de mejoras en la interconexión entre los diferentes órganos judiciales para poder activar alertas que permitan evitar que se repitan casos como el de Sueca.
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