El parricida de Sueca, que ha sido enviado a prisión provisional, comunicada y sin fianza por el asesinato de su hijo de 11 años, tenía antecedentes por violencia de género contra su exmujer y madre del menor. El pasado agosto, José Antonio se coló en casa de su ya exmujer con dos cuchillos de mesa. Un acto que fue denunciado por la mujer, que ahora está "muerta en vida" tras el crimen.
Los hechos ocurrieron solo un mes después de que la mujer decidiese divorciase. Su exmujer huyó de la casa de Sueca junto a su hijo y se refugió en la casa familiar de sus padres en Cullera. Allí, según recoge el atestado de la Guardia Civil de Cullera, y como informa Levante-EMV, el parricida se coló a escondidas en el interior de la casa, con una llave que no había devuelto a sus exsuegros.
El detenido no acudió con las manos vacías, sino que llevaba dos cuchillos de mesa muy similares a los que utilizó hace unos días para acabar con la vida de su hijo. Ese día de agosto, esperó a que la madre y el hijo llegaran a la casa, pero quien lo hizo fue el hermano de su exmujer.
El hermano alertó a la mujer de lo ocurrido, y la familia entera acudió para tratar de echar al individuo. Sin embargo, José Antonio actuó de un modo muy agresivo, asegurando que solo se iría del domicilio junto con su exmujer y su hijo. Ante esa situación se alertó a las autoridades, que acabaron deteniéndolo al comprobar que llevaba dos cuchillos escondidos en la riñonera.
Ya en agosto, la mujer denunció los episodios de acoso que sufría por parte de su exmarido, con quien estaba en trámites de divorcio, aunque él no quería separarse.
A pesar de la contundencia del relato policial, durante el juicio rápido celebrado por los hechos, solo se le condenó por un episodio anterior en el que había cogido por el cuello a su exmujer, estampándola contra una pared. En la sentencia no se menciona el acoso recogido por la Guardia Civil y reiterado por la mujer, ni el allanamiento de morada ni la existencia de cuchillos. En total fue condenado a 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a una orden de alejamiento de 8 meses de su exmujer.
Sin embargo, a pesar de la condena, al detenido nunca se le colocó dispositivo alguno de control de la orden de alejamiento.