La ocultación de droga para su transporte entre países sin ser detectada ha vuelto a sorprender a los agentes. Tras el caso que contamos hace unos días de éxtasis y cocaína rosa en figuras 3D, se ha descubierto también cocaína en estructuras metálicas.
Si el fin de semana pasado la Guardia Civil incautó la misma sustancia procedente de Colombia, en esta ocasión venía de Panamá. Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado este sábado, ha descubierto 561 kilos en total.
Viajaban entre morralla de chatarra metálica, que había llegado en cuatro contenedores al Puerto de Valencia, a bordo de un buque. En octubre, los policías fueron alertados por dicho cargamento "sospechoso".
Se había declarado como mercancía legal y tenía como destino una empresa de desguace situada en una nave del polígono industrial de Almassora (Castellón). Pero una operación conjunta con Vigilancia Aduanera permitió descubrir lo que realmente escondía.
Además, se ha desarticulado "por completo" la organización criminal que se dedicaba al narcotráfico, con cuatro personas detenidas. Eran las encargadas de recibir, extraer y distribuir la cocaína aquí en España.
En una primera inspección de los contenedores, los investigadores detectaron seis cilindros metálicos de grandes dimensiones. Eran "aparentemente macizos". Pesaban cientos de kilos, algo "anómalo" si se comparaba con el resto de la carga.
Los agentes optaron por dejar que la mercancía siguiera su camino para realizar un seguimiento y así identificar a los destinatarios de la misma. Pudieron comprobar después que los receptores inspeccionaban y controlaban las operaciones de descarga.
Prestaban "especial atención" a los cilindros. Al final, los policías irrumpieron de repente en la empresa y realizaron un corte con radial en uno de ellos para encontrar la droga, en numerosos paquetes con diferentes logotipos.
También en el operativo se localizaron 5.750 euros y numerosas herramientas, como 75 discos de corte, brocas y una máscara de protección respiratoria. Todo ello para sacar la sustancia estupefaciente de las estructuras de metal.
Por otra parte, los agentes también intervinieron un vehículo de gran cilindrada, en cuyo maletero había 12.000 euros en efectivo ocultos en una bolsa de plástico sellada. Además de 150 euros más en la guantera, un ordenador portátil y un dispositivo de geolocalización (baliza).
En otros registros realizados en los domicilios de dos de los arrestados, en Madrid y Valencia, hallaron aún más dinero en efectivo y documentación relacionada con los hechos investigados.
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