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Además del bulo del nivel 5 de alerta que desmintió la Policía Nacional, agentes del Cuerpo también esta última semana han detenido a tres personas por cometer un presunto delito de desórdenes públicos. En concreto, por difundir falsos avisos de bomba.
En las tres provincias de la Comunidad Valenciana se produjeron alertas que resultaron ser mentira. Una, por ejemplo, afectó a la facultad de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Valencia el 18 de octubre. Otra se centraba en un autobús de la EMT de Valencia.
Los arrestos no tienen nada que ver con ese caso, pero sí con otros. Uno se dio en un centro de salud de Alicante. Recibió varias llamadas procedentes de un número oculto en las que un varón alertaba de la inminente explosión de un artefacto en el interior de sus instalaciones.
Ante la posibilidad de que la amenaza fuese real y corriese peligro la vida o integridad física de las personas que se encontraban en el interior, el coordinador del centro decidió evacuar y alertar a los servicios de emergencia.
Se activó el protocolo de seguridad existente. Acudieron efectivos de Seguridad Ciudadana, de la Unidad de Guías Caninos con perros especializados en la detección de explosivos, y técnicos en desactivación de explosivos TEDAX.
Establecieron cordones de seguridad y realizaron la requisa al edificio. Pero no se encontró ningún artefacto. Entonces, se abrió investigación para identificar y localizar al autor del falso aviso: resultó ser un hombre de 29 años y nacionalidad española.
En Castellón ocurrieron unos hechos similares, en este caso al dejar un hombre un paquete frente al edificio de una institución benéfica y manifestar que se trataba de un explosivo. Un testigo comunicó este hecho a la Comisaría Provincial.
Se estableció un dispositivo de protección de la zona, cortó el tráfico y desalojó el edificio próximo. Varios testigos describieron a los agentes desplazados las características físicas y la vestimenta del varón que había depositado la supuesta bomba.
Tras la inspección y comprobar que no se trataba de un explosivo, en una batida por las inmediaciones, se arrestó a un individuo de 51 años y nacionalidad española. La Policía recuerda que este tipo de actos falsos puede poner en peligro la integridad física de las personas.
Por último, la semana pasada se produjo otro caso similar en Valencia, cuando un joven amenazó a través de una plataforma digital con hacer estallar una bomba en un autobús de la EMT de la ciudad.
Se interrumpió la circulación de la línea afectada y se evacuó a los pasajeros hasta que concluyeron las comprobaciones de seguridad por parte de los agentes, que determinaron que se trataba de una falsa alarma.
Tras una rápida investigación, el autor de los hechos, un chico de 19 años y nacionalidad española, fue detenido al día siguiente. Pasó a disposición de la autoridad judicial como presunto responsable de un delito de desórdenes públicos.
Desde el Cuerpo de Policía recuerdan que este tipo delictivo puede acarrear una pena de hasta tres años de cárcel.