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En la última gran reforma de la Explanada de España de Alicante en 2021, Álex, un joven de la ciudad, descubrió cómo los operarios amontonaban las teselas, las piezas de mármol del suelo del paseo, que estaban retirando para ser sustituidas por unos nuevas. "Me acerqué y pregunté si podía coger alguna y un empleado de la obra me dijo que podía coger las que quisiera porque iban a ir a parar a la escombrera", cuenta Álex Tango.
Dicho y hecho, el joven se hizo con varias de ellas, no quiere decir las que tiene, y decidió ponerlas a la venta en una página web que creó para comercializarlas. "Hay personas como yo que consideran que son piezas muy importantes de la historia de la ciudad y por lo tanto se interesan por comprarlas", explica.
Una actividad comercial por la que el Ayuntamiento de Alicante le amenazó con llevarle a los tribunales. "Me reuní con varios representantes del consistorio después de que yo me pusiera en contacto con ellos, y me pidieron que cesara la venta. Sin embargo, yo lo único que hice fue redirigir la página web temporalmente y siguió funcionando normalmente", asegura.
Dos años después, justo unos meses después de que Álex ampliara la página web en la que comercializa las teselas, ha resurgido la polémica.
Desde el consistorio explican a Informativos Telecinco que la actividad está en proceso de investigación para determinar si la venta es ilegal o no y si lo es, presentar una denuncia contra el responsable.
Una noticia que ha pillado por sorpresa al joven. "No pienso retirar nada, no estoy haciendo nada oculto ni raro. Si es ilegal lo tendrá que determinar un juez", asegura.
De momento, Álex sigue vendiendo las piezas de mármol a un precio de 95 euros la unidad o por 249 euros un lote de tres, que incluye una tesela de cada uno de los colores existentes en la explanada. Además, todas las piezas incluyen un certificado de autenticidad. "Son muchas las personas interesadas, sobre todo vecinos de Alicante y personas nacidas aquí que viven en otros puntos de España y del extranjero. Luego también hay coleccionistas, como uno de Cantabria que las adquirió", explica.
Al igual que el joven no quiere revelar el número de piezas que tiene en su poder, tampoco está dispuesto a desvelar las que ya ha vendido en los dos años que lleva en marcha su polémico negocio.
Unas ventas que no se producirían si como explica Álex el consistorio hubiera hecho caso a su propuesta. "Está claro que hay gente interesada y yo trasladé al ayuntamiento la posibilidad de que pusiera a disposición de los vecinos la opción de poder acceder a las teselas retiradas por el valor sentimental que tienen, pero no me hicieron caso", asegura.