El primer verano en el que el hielo marino del Ártico se derrita casi por completo, un temido hito del cambio climático, podría llegar tan pronto como en 2027. Así lo han contado en el vídeo S. Losada y R. Martín.
Por primera vez, un equipo de investigación internacional, encabezado por la climatóloga Alexandra Jahn, de la Universidad de Colorado, y Céline Heuzé, de la Universidad de Gotemburgo, ha empleado modelos informáticos para estimar cuándo podría producirse el primer día sin hielo en el océano Ártico. La desaparición del hielo marino podría tener consecuencias drásticas en el ecosistema y el clima global, alternado los patrones meteorológicos en todo el planeta.
"El primer día sin hielo en el Ártico no cambiará las cosas drásticamente", dijo Jahn, profesora asociada en el Departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas y miembro del Instituto de Investigación Ártica y Alpina de CU Boulder. No obstante, aclaró que "demostrará" que se han alterado fundamentalmente una de las características definitorias del entorno natural en el Océano Ártico, "que está cubierto de hielo marino y nieve durante todo el año, a través de las emisiones de gases de efecto invernadero".
Los hallazgos fueron publicados este 3 de diciembre en la revista Nature Communications.
El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero está acelerando el calentamiento global, lo que ha provocado que el hielo marino en el Ártico se reduzca a una tasa sin precedentes de más de 12% cada década.
En septiembre, el National Snow and Ice Data Center (NSIDC) reportó que este año el mínimo de hielo marino del Ártico, el día con la menor cantidad de agua congelada, fue unos de los más bajos registrados desde 1978.
Este año, el mínimo de hielo marino en el Ártico alcanzó los 4,28 millones de kilómetros cuadrados, superando el mínimo histórico registrado en septiembre de 2012. Sin embargo, sigue siendo un descenso significativo respecto a la cobertura promedio de 6,85 millones de kilómetros cuadrados en 1979 y 1992.
Los científicos consideran que el Ártico está libre de hielo cuando su extensión es inferior a 1 millón de kilómetros cuadrados.
Las proyecciones previas sobre el cambio del hielo marino en el Ártico se han enfocado en determinar cuando el océano quedará libre de hielo durante un mes completo. Investigaciones anteriores de Jahn indicaban que este evento ocurriría de manera casi inevitable en la década de 2030.
A medida que se acerca el punto de inflexión, Jahn se preguntó cuándo ocurriría el primer día de verano que derrita prácticamente todo el hielo marino del Ártico.
"Dado que es probable que el primer día sin hielo ocurra antes que el primer mes sin hielo, queremos estar preparados. También es importante saber qué eventos podrían llevar al derretimiento de todo el hielo marino en el Océano Ártico", dijo Heuzé.
Jahn y Heuzé estimaron el primer día sin hielo en el Ártico a partir de más de 300 simulaciones por computadora. Los resultados mostraron que la mayoría de los modelos indicaron que este día podría ocurrir entre nueve y 20 años después de 2023, sin importar las modificaciones en las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, algunos modelos sugieren que el primer día sin hielo podría ocurrir en tan solo tres años.
Aunque se trata de un escenario extremo, los modelos sugieren que es una posibilidad real. Nueve simulaciones indicaron que el primer día sin hielo podría ocurrir en un plazo de tres a seis años.
Los investigadores encontraron que una serie de fenómenos meteorológicos extremos podrían derretir más de dos millones de kilómetros cuadrados de hielo marino en poco tiempo. Un otoño inusualmente cálido debilitaría el hielo, seguido por un invierno y primavera árticos igualmente cálidos que impedirían su formación. Si el Ártico experimenta un calentamiento tan severo durante tres o más años consecutivos, el primer día sin hielo podría llegar a finales del verano.
Años cálidos como este ya se han registrado. En marzo de 2022, algunas áreas del Ártico superaron en 10 grados Celsius la temperatura promedio, y zonas cercanas al Polo Norte estuvieron a punto de derretirse. Según Heuzé, el cambio climático incrementará la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos de este tipo.
El hielo marino actúa como un escudo que refleja la luz solar, protegiendo al Ártico del calentamiento. Sin embargo, con menos hielos, las aguas más oscuras absorben más calor solar, lo que incrementa las temperaturas no solo en el Ártico, sino en todo el planeta. Este calentamiento podría alterar los patrones de viento y corrientes oceánicas, lo que resultaría en fenómenos meteorológicos más extremos a nivel global.
No todo en negativo. El estudio también ofrece una esperanza: una drástico reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero podría retrasar la desaparición del hielo en el Ártico y acortar el periodo en el que el océano permanecería sin hielo. "Cualquier reducción de las emisiones ayudaría a preservar el hielo marino", dijo Jahn.
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