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El detenido por la brutal agresión sexual a una menor de 16 años en Igualada hace cinco meses la noche de Halloween ha pasado a disposición judicial tras ser detenido la madrugada del jueves en su domicilio. Mientras tanto, los Mossos analizan el material intervenido en el domicilio del joven de 20 años y nacionalidad boliviana. Ya había abusado sexualmente de otra joven e, incluso, de su hermana pequeña.
Los Mossos d’Esquadra han apurado casi al máximo las 72 horas de las que disponían antes de su pase a disposición judicial, probablemente, intentando que arrojase algunos datos de lo que pasó la noche en la que la menor sufrió la brutal agresión de la que aún sufre secuelas.
Durante estas horas, el detenido no ha mencionado nada de lo ocurrido en la comisaría en la que permanecía detenido. Tampoco ha dicho nada a su abogado de oficio.
Tras una larga investigación de casi seis meses, el presunto violador fue detenido en su domicilio la madrugada del jueves por su presunta implicación con los hechos. Ahora, Unidad Central de Agresiones Sexuales de la División de Investigación Criminal (DIC) es la encargada de investigar si hay alguna pueba que lo incrimine directamente, aunque el caso permanece bajo secreto de sumario.
La Unidad Central de Agresiones Sexuales de la División de Investigación Criminal (DIC) ya se encargó de la búsqueda del agresor de la menor, que permaneció más de un mes hospitalizada tras sufrir un grave traumatismo craneoencefálico, con pérdida de audición en un oído, y varios desgarros internos que le han dejado importantes secuelas.
La investigación para hallar al presunto agresor fue larga y compleja, pues la menor no recordaba los hechos y apenas había pistas sobre el autor de la violación, que se produjo de madrugada en el polígono industrial Les Comes de Igualada, tras salir la menor de la discoteca Epic, donde había acudido con unas amigas.
En su investigación, los agentes analizaron las cámaras de seguridad de la zona para intentar identificar a una persona que, según las amigas, la acompañó a la salida de la discoteca.
Tras la brutal agresión sexual, la menor fue abandonada inconsciente y desnuda en una calle del polígono, donde la encontró un camionero que llegó a creer que estaba muerta. Estaba sangrando, tirada en mitad de un descampado cercano a la estación de tren de Igualada y desnuda.
"Estaba desnuda. Tenía sangre en las piernas. La tapé con la chaqueta. Le hablaba y no contestaba", dijo por entonces el camionero. Fue el primero en auxiliarla y llamó rápidamente a los servicios de emergencia y policía. La joven presentaba signos claros de violación, así como heridas de una agresión despiadada. Así lo demuestran los charcos de sangre hallados en el lugar.
La joven quedó ingresada en el Hospital Sant Joan de Deu de la capital catalana, donde tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y permaneció en el centro más de un mes hasta que obtuvo el alta hospitalaria.
No obstante, sigue sufriendo importantes secuelas derivadas de la brutal violación y acumula ya desde entonces cinco intervenciones quirúrgicas, la última el pasado mes de marzo en el mismo hospital de Sant Joan de Deu.