Cinco trucos para dejar tu casa limpia en menos de una hora
Limpiar tu casa en profundidad en menos de una hora no es tarea fácil, pero con estos consejos lograrás el resultado más completo posible en tiempo récord
Limpiar tu casa y dejarla reluciente es una tarea que suele llevar tiempo, sobre todo si dejas pasar demasiados días entre una limpieza y otra. No siempre tenemos el hueco o las ganas necesarias para dedicar varias horas a poner todo a punto y, aunque es conveniente realizar varias limpiezas profundas al año (por ejemplo, al inicio de cada estación), también es necesario contar con recursos para esos momentos en que necesitas que todo luzca lo más limpio posible en tiempo récord. Si es tu caso, toma nota de estos cinco trucos para dejar tu casa limpia en menos de una hora.
Cinco trucos para dejar tu casa limpia en menos de una hora
MÁS
Si quieres que tu casa luzca perfectamente limpia en menos de una hora, tus grandes aliados serán los productos multiusos y un orden claro que te permita no tener que volver a incidir en determinadas zonas una vez que ya hayas pasado por ellas. También existen determinadas herramientas que pueden facilitar (y mucho) esta tarea, como los robots de limpieza, que puedes programar para que dejen tu suelo reluciente sin que tú tengas que hacer nada. Si no es el caso, no pasa nada: con estos recursos podrás lograr una limpieza intensiva en poco tiempo.
- Lo primero, airea y retira los elementos que sobren. Repasa cada estancia, abre las ventajas y deja las superficies lo más despejadas posible, almacenando y colocando en su lugar cada elemento que entorpezca la tarea de limpiar. Te ayudará a terminar mucho más rápido y a que el resultado luzca más, ya que el orden es el primer paso para una buena limpieza.
- Utiliza textiles limpios. Estancias como los dormitorios o el salón pueden cambiar radicalmente con un gesto tan sencillo como cambiar los textiles usados por otros limpios que tengas almacenados. Fundas de cojines, mantas, sábanas... Tardarás muy poco tiempo en hacerlo y puedes posponer la tarea de lavar toda la ropa que retires. Siempre que sea posible, retira las telas sucias o usadas antes de limpiar, porque es probable que se genere polvo al moverlas. Del mismo modo, coloca los textiles recién lavados cuando termines de limpiar.
- Sigue un orden lógico a la hora de limpiar. Por ejemplo, tiene mucho más sentido comenzar limpiando las zonas superiores y seguir por las inferiores. Elimina el polvo de las estanterías altas antes que el de las superficies con menos altura, y deja el suelo para el final. Piensa que cada vez que limpies una superficie estarás moviendo suciedad que, por simple ley de la gravedad, tenderá a depositarse más abajo.
- Ante la duda, aspira. Es mucho mejor aspirar que usar un paño para limpiar el polvo, y lo mismo se aplica a la operación de barrer el suelo. Las aspiradoras suelen venir preparadas con distintos accesorios pensados para trabajar sobre todo tipo de superficies: sofás, muebles, suelos... Si no dispones de una, intenta ser cuidadoso y no mover demasiado el polvo al pasar un paño. Merece la pena invertir en trapos o bayetas que atrapen el polvo eficazmente y no generen pelusas, así como en productos de limpieza que atrapen el polvo, eliminen fácilmente posibles manchas y dejen un buen aroma: ganarás mucho tiempo con ello, y el resultado lucirá mucho más.
- Prioriza (y procura llevar un mantenimiento diario). Cuando el reloj corre, nada mejor que priorizar: está claro que es imposible limpiar en profundidad una casa en menos de una hora, por pequeña que sea. Será más sencillo que tu hogar luzca limpio si lo mantienes recogido día a día y si vas limpiando casa superficie a medida que la utilizas. Si no es el caso, repasa lo más visible, utiliza un producto multiusos y no te distraigas con áreas que, por sí solas, requieren horas de trabajo. Las toallas multiusos son muy prácticas, aunque nada ecológicas: en la medida de lo posible, intenta evitarlas.