Durante la noche del sábado 18 de enero, un mosso ha matado presuntamente a su expareja en la localidad barcelonesa de Tarrasa y, después, se ha suicidado. Según informó el propio cuerpo de Mossos d'Esquadra en sus redes sociales, los hechos ocurrieron sobre las 21:30 horas. Horas más tarde, el cuerpo de seguridad catalán confirmaba el caso de violencia machista.
Fue en el garaje del edificio donde han sucedido los hechos. El agente esperó a que ella entrase con su coche, dejó su vehículo mal aparcado en la calle y la siguió a pie. Una vez dentro la disparó con el arma reglamentaria en la cabeza. Después, se suicidó. Los cuerpos sin vida fueron encontrados por un vecino.
La madre de la joven se encontraba en la casa cuando ocurrieron los hechos. Una vecina cuenta que oyó "un ruido raro y sabía que no eran petardos. Primero uno y luego otro. Me dijeron primero que se había suicidado, pero yo sabía que una persona no se mata con dos disparos".
El presunto asesino era un hombre de 42 años que trabaja como mosso y que habría decidido terminar con la vida de su expareja. Al parecer, la víctima, una joven de 29 años llamada Judith, dejó la relación durante el verano de 2019. Mediaset ha podido conseguir en exclusiva unas declaraciones de los tíos de la fallecida donde cuentan cómo era la relación entre la víctima asesinada y el presunto asesino: "Ella no quería estar con él y él se lo ha cargado, no hay más vuelta de hoja. Es lo que hay últimamente".
"Estuvieron conviviendo juntos y llegó a un punto que no funcionaba, no se entendían y lo dejaron. Hubo un tiempo que lo dejaron y luego volvieron otra vez juntos hasta que se han dejado. Luego él empezó a atosigarla, a perseguirla y hasta lo que ha pasado hoy", revela uno de los tíos de Judith.
Además, sus dos familiares han querido destacar el acoso y el hostigamiento al que estuvo sometida la joven durante los meses que decidió dejar la relación con su expareja: "Ella iba al Mercadona, la perseguía. Iba a hacer las prácticas de enfermera y la perseguía. Era la faena que tenía como mosso, no lo sé. No sé si lo hacía en horas de trabajo o lo hacía en horas privadas".
Al parecer y según han confirmado los tíos de la fallecida, el agente habría decidido terminar con la vida de su expareja al ver que la joven de 29 años no quería volver con él: "Ella lo dejó en verano, él no se lo tomó bien, la ha ido siguiendo, la ha ido diciendo que vuelva y ella no ha querido y hasta que se la ha cargado. Es un cobarde, un desgraciado cobarde".
Por último, los familiares de Judith han querido lanzar un mensaje y condenar firmemente la violencia machista: "Que no vendan tanto la moto y que se vaya a la justicia. Esto no puede ser que cada dos por tres maten a una mujer por la cara. No puede ser que una mujer no quiera estar contigo y tú la mates, nos hemos vuelto locos".