La Guardia Civil ha desembarcado en el puerto de la Marina de Tenerife con un láser escáner. Una cámara que gira 360 grados para captar escenarios en tres dimensiones. En cada captura tarda 20 minutos. La han colocado en el lugar donde aparcó su vehículo Tomás Gimeno y en el pantalán donde tenía atracada la lancha. Tratan de grabar desde diferentes ángulos el escenario crucial para la investigación. Se trata de saber si el padre de Olivia y Anna pudo embarcar a sus hijas ocultas en los bultos que llevaba. Tomas aparcó su coche del que sacó 6 bultos para trasladarlos hasta su barca en tres viajes. Tres viajes captados por las cámaras en los que se le vio con dos petates sospechosos por su dimensión. Pero en las imágenes de vídeo no pueden más que aproximar el tamaño y quieren saber el volumen para comprobar si las niñas podían estar dentro.
Con esta técnica tendrán volumen real y para eso superpondrán las imágenes planas de las cámaras en el escenario virtual que hoy graban en tres dimensiones. Podrán calcular las dimensiones exactas y reconfirmar sus sospechas. La posibilidad de que Tomás llevara a sus hijas dentro de esos petates y las embarcara. Además el análisis permitirá examinar la postura de Tomás Gimeno, cómo sería ese trayecto del coche a la barca sin peso, o con el peso de sus hijas. O con más peso incluso si como suponen llevaba piedras también para lastrarlas. Tomás además tenía las costillas todavía convalecientes. Se puede analizar el grado de inclinación de su cuerpo cuando trasladaba los bultos.
También servirá para que el Ángeles Alvariño tenga exactitud de las medidas de los objetos y bultos que busca en el fondo del mar. Eso facilitará la interpretación de los biólogos que intentan descifrar los ecos del sónar cuando rebotan en forma de imagen. Antes de bajar el robot a grabar se pueden cribar muchas de las imágenes del sónar si tienen más claro lo que se busca.
Las imágenes de la cámara laser se ven en tres dimensiones y es una técnica que se utiliza para reconstruir crímenes como el de una mujer presuntamente arrojada por el balcón por su marido, cuenta la Guardia Civil. Ante la sospecha de que no había caído por accidente, se analizó la distancia, el peso, la barandilla, y la forma en que quedó el cuerpo tendido. Luego se utilizó la infografía con dimensiones reales para ver cómo caería una mujer de esa complexión, empujada o sola. Se pueden visualizar diferentes caídas o empujones. En el caso del Chicle cuando atacó a una joven de Boiro y casi logró introducirla en el maletero también se hizo una reconstrucción que fue proyectada en el juicio.
Esta técnica forense permite también no tener que hacer una reconstrucción con una testigo niña para no hacerle pasar por esa revictimización y de hecho la hemos visto utilizar en la casa del pederasta de Ciudad Lineal, en Madrid. Grabaron los pasillos, las paredes, las cortinas de la habitación donde una pequeña vomitó a escondidas, o el baño donde las lavó y a una la repeinó su pelo rizado. Con esta cámara han captaron la estancia en tres dimensiones. Con la infografía colocaron a las pequeñas según su relato y al agresor según el rastro que dejo en forma de restos biológicos. Es una manera de desenmascarar a los criminales porque se les pone en contradicción con sus declaraciones. Un recorrido virtual que también vimos en el crimen de la viuda de la CAM, en el concesionario de Alicante donde se utilizó para analizar el ángulo de tiro y desde donde tuvo que disparar el asesino para que nadie se percatara. Las mediciones son exactas y esta técnica es necesaria para presentarlo ante el juez.