El cadáver hallado este jueves a mil metros de profundidad en la isla de Tenerife se corresponde con el de Olivia, la hija mayor de las niñas desaparecidas en la isla desde el 27 de abril por su padre, Tomás Gimeno. Así lo ha determinado el Instituto Anatómico Forense de Santa Cruz de Tenerife después de realizar al cadáver las pruebas de huellas dactilares durante la mañana de este viernes: "la autoridad judicial confirma ya, sin lugar a dudas, que el cuerpo es de Olivia", informan desde el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
Se confirma así un nuevo caso de la violencia vicaria está reconocida por ley como una forma de violencia de género, ya que supone el uso de los hijos por parte del agresor como herramienta para hacer daño a la madre.
La delegada de Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha explicado a Europa Press que se trata de una violencia "por sustitución" que se practica cuando el agresor "ya no tiene relación directa" con la mujer, porque ha puesto fin a la relación, y "utiliza a sus hijos como herramientas". En este sentido, Rosell ha señalado que quien lleva a cabo esta práctica "no es un loco", ni tampoco es "la cara del mal" sino que es "la cara del machismo". Según ha indicado, son "hombres que no toleran la libertad y la igualdad de las mujeres y reaccionan con violencia machista". "No son más que la cara más sangrante de la desigualdad", ha apuntado Rosell.
Uno de sus predecesores en este cargo, Miguel Lorente, ha advertido que esta violencia vicaria no se produce solo con el asesinato de los menores, sino que durante el periodo anterior al crimen, el agresor utiliza a los niños para tener el "control y dominio", en este caso de la mujer. Lorente ha recordado a Europa Press que, desde que se tienen datos, hay una media de cinco niños al año que son asesinados por la violencia vicaria y cree que la sociedad necesita "tomar conciencia" de estos datos y esta situación para conseguir ser "coherentes" con esta violencia.
"Cuando un hombre entra en un bar y agrede a alguien y después a las dos personas que intentan separarlo, se le condena por agredir a tres personas", ha señalado el exdelegado de Gobierno, antes de apuntar que cuando se condena a un hombre por violencia de género solo se le atribuye maltrato a la mujer y no hacia sus hijos. En este sentido, también ha indicado que, si se está negando la violencia de género, "como hace la ultraderecha", hay que pensar en lo olvidada que puede estar aquella que sufren sus hijos.
Entre los casos más conocidos de esta práctica, están el de José Bretón, que asesinó y quemó a sus hijos, de dos y seis años de edad, tras la separación con su mujer Ruth Ortiz; o el de Ángela Carreño, que denunció por maltrato a su marido en 51 ocasiones, antes de que este asesinara a la hija de ambos, de 7 años, de un tiro, durante el régimen de visitas.
El último caso ha sido el de las menores de Tenerife, Olivia y Anna, secuestradas por su padre hace más de un mes, también durante el régimen de visitas. El cadáver de la mayor ha aparecido este jueves en el mar, mientras la Guardia Civil sigue buscando a su hermana y su padre. A la madre de estas dos niñas, Beatriz, se ha referido este viernes la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ha condenado el suceso.
El Cabildo de Tenerife y sus trabajadores y trabajadoras se han concentrado hoy viernes en la puerta principal del Palacio Insular en señal de luto para manifestarse por las terribles noticias en relación con las niñas Olivia y Anna y como muestra de apoyo y solidaridad hacia su familia.
El presidente del Cabildo, Pedro Martín, manifestó que es "muy difícil que todo Tenerife, Canarias y España entera no esté consternada" y se preguntó "cómo puede haber alguien tan ruin y tan mezquino como para hacer lo que ha hecho". afirmó que esto es "una nueva muestra en la necesidad para seguir trabajando en todos los ámbitos por educar, por formar, por evitar que situaciones como estas se vuelvan a producir".
La vicepresidenta segunda del Cabildo, Berta Pérez, apeló "a todos los hombres y mujeres de Tenerife y decirles que no nos podemos quedar en el dolor, en la desesperanza. Tenemos que pasar a la lucha, una lucha tranquila, la que se hizo contra el terror etarra y el terror islamista, la lucha que se hizo con manos blancas en todas las calles del país. Que todo Tenerife, toda Canarias y toda España se llene de manos violetas ante este terror". Añadió que "tenemos que luchar con esas manos violeta en todo el país. No nos quedemos solo con el dolor. Con el dolor de Olivia, de Anna y de Beatriz", y envió un mensaje para concluir: "Beatriz, todos y todas estamos contigo. Tenerife entero vestido de violeta para luchar contra el terrorismo machista, contra el asesinato".
Por su parte, la consejera de Acción Social, Marián Franquet indicó que "el Cabildo tomó la decisión no hace demasiado tiempo de cambiar el silencio por el ruido, que han sido las sirenas que hemos escuchado", y apuntó que "pensamos que a lo mejor el silencio no era la mejor manera y lo que teníamos que hacer era gritar".
Franquet señaló que "este Cabildo, que representa a la ciudadanía de Tenerife, quiere que ese grito se transforme hoy en un abrazo, en un abrazo inmenso, en un abrazo a la madre, a Beatriz, en un abrazo a la familia, a la gente que quiere a Beatriz y a sus hijas, y en un abrazo a una sociedad que hoy está herida. Y nos han matado a todos y todas un poquito".
"No nos conformemos, no miremos para otro lado, no justifiquemos, porque no nos queremos volver a ver en una situación como esta", y concluyó "agradeciendo a todo el personal del Cabildo que está aquí, todos los participantes, cargos públicos, representación de los partidos políticos... porque hoy es uno de esos días en los que las ideologías pasan a un tercer, cuarto, quinto plano, donde los y las representantes públicos nos tenemos que sentir más unidos que nunca, porque es la única que forma que tenemos de que realmente ese abrazo llegue".