Justicia Alimentaria considera que los menores de 16 años no deberían comprar bebidas energéticas
Justicia Alimentaria pide prohibir la venta de bebidas energéticas a los menores de 16 años
"Sería correcto denominarlas excitantes. Son un cóctel de café, azúcar y otros aditivos"
El 10% de los adolescentes en España son consumidores crónicos
Golpe a las bebidas energéticas. La asociación catalana Justicia Alimentaria ha pedido que se prohíba la venta de estas bebidas a los menores de 16 años. También su publicidad y marketing infantil y juvenil y los patrocinios de cualquier tipo.
El principal motivo sería su composición basada en una mezcla de productos estimulantes, aditivos, colorantes y otras sustancias como taurina o guaraná. "Las llaman bebidas energéticas, pero sería más correcto denominarlas excitantes, ya que son un cóctel de café, azúcar y otros aditivos", ha manifestado la organización en un comunicado.
"Las marcas más vendidas de bebidas estimulantes, en sus formatos estándar, contienen dos tazas de café y siete sobres de azúcar, además de entre dos y cinco veces la cantidad recomendada de vitaminas B", advierte Justicia Alimentaria.
El consumo de bebidas energéticas entre la población adolescente en España (10-18 años) es del 62%, según recoge el Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Un 10% de ese porcentaje se cataloga como consumidor crónico, consume bebidas energéticas 4 o 5 veces por semana o más.
Políticas efectivas para evitar su consumo
Las campañas lanzadas por el Ministerio de Consumo no son suficientes para Justicia Alimentaria. "Políticas efectivas" y que "no se apele a la propia responsabilidad de los menores" es lo que pide el director de la asociación, Javier Guzmán.
El mismo lamenta que este tipo de bebidas "gozan de una buena aceptación entre la población juvenil e infantil y la percepción del riesgo asociado a su consumo suele ser baja". Subraya, además, que uno de los principales peligros para la ingesta de estos productos es la falta de clasificación y regulación.