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Las multas por conducir bajo la influencia del alcohol varían según el resultado del test de alcoholemia: entre los 0,25 mg/l y 0,50 mg/l en aire espirado, o entre 0,15 y 0,30 mg/l para los conductores noveles y profesionales, la multa es de 500 euros y cuatro puntos en el carné de conducir. De superar estos máximos, la multa será de 1.000 euros y 6 puntos menos en el carné y de superar 0,60 mg/l la infracción pasará a considerarse un delito penal, con riesgo de pena de cárcel.
Desde el pasado 21 de marzo, los conductores menores de edad que tengan la licencia AM para ciclomotores o que circulen tanto en bicicleta como en patinete eléctrico tienen que dar, ante un control de alcoholemia de los agentes de tráfico, una tasa del 0,0 tanto en aire espirado como en sangre, bajo amenaza de sanción.
La tasa 0,0 para los menores de edad pretende frenar el disparado número de accidentes que se producen a diario entre los más jóvenes, debido al auge de los patinetes eléctricos. Este novedoso método de transporte ha sufrido un 80% más de accidentes en 2021, respecto al año anterior, según el Ayuntamiento de Barcelona.
No es extraño ver a camareras atropelladas, semáforos saltados, invasión de la zona de peatones... situaciones de peligro real que han convertido al patinete en el vehículo peor valorado. Porque muchas veces actúan como peatones y acaban provocando accidentes. No se ponen el casco, van por las aceras porque tienen miedo a los coches, pero no lo tienen a conducir bebidos y se suben a un patinete después de una noche de fiesta. De hecho, la DGT ha detectado un aumento de positivos entre estos conductores. La siniestralidad en las ciudades se ha disparado. Hay más accidentes y 8 de cada 10 víctimas son usuarios vulnerables. 17 millones de españoles ya utilizan Vehículos de Movilidad Personal y quieren seguir haciéndolo sin riesgos...
Los mitos acerca de los controles de tráfico han aumentado con el paso de los años. Pensados para evitar accidentes como consecuencia del consumo de alcohol y drogas, algunos conductores han tratado de evitarlos por todos los medios. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado algunas claves para no dar positivo.
Los test de drogas y alcohol son algo habitual en estos controles, ubicados estratégicamente en determinadas vías y fechas. Pese a que no está permitido conducir bajo el efecto de sustancias, unos pocos se arriesgan a hacerlo basándose en teorías propias. Esperar un par de horas tras consumir, comer granos de café, tomar bebidas energéticas o limón, beber agua, hacer deporte y dormir un rato son algunas.
Todas las anteriores no funcionan para esquivar el positivo en la prueba de drogas, tal y como indica la DGT. Por el contrario, subraya que lo más eficaz, de acuerdo con la lógica, es no consumirlas. En caso de hacerlo, la institución señala que es necesario esperar como mínimo entre cinco y seis horas desde su consumo.
En cuanto a las pruebas de alcohol, la DGT va en la misma dirección. Para no dar positivo, señala que lo mejor es no beber si se conduce. En caso de hacerlo, recuerda que hay que esperar varias horas hasta coger el vehículo: "En una persona con nivel de alcoholemia de 1 gramo por litro puede necesitar entre seis y 10 horas para que su nivel baje del máximo permitido".