Si uno se encuentra disfrutando de las vacaciones de Semana Santa, las primeras de normalidad tras dos años de pandemia, y tiene que coger el coche para regresar a casa, debe tener en cuenta dos importantes cosas: que es probable encontrarse con alguna retención kilométrica, requiriendo de mucha paciencia, y que por el trayecto se cruzará con algún radar de velocidad.
Y es que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha sumado nuevos radares y ha implementado nuevas normas con el objetivo de hacer más segura la conducción y reducir todo lo posible la siniestralidad sobre el asfalto.
De este modo, habrá que levantar el pie del acelerador para no finalizar estos días de descanso con una sanción económica.
El último informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) detalla cuáles son los radares, habituales compañeros de viaje en los últimos años, que más castigan en nuestro país.
El número uno del ranking, elaborado el año pasado, está en la provincia de Málaga. Concretamente, en el kilómetro 246 de la A-7. Dicho radar, en 2020, registró casi 49.000 multas (48.771). No obstante, llama la atención que en 2019 tramitó 13.927.
Más espectacular todavía es el incremento del cinemómetro de Málaga (en cuarta posición), situado en el kilómetro 256 de la A-7, que pasa de 5.548 sanciones en 2019 a 34.317 en 2020.
Los de Valencia (5º) y Cuenca (6º) son ejemplo de lo contrario. Si en 2019 tramitaron 46.739 y 57.207 multas por exceso de velocidad, en 2020 han sido muchas menos (30.107 y 29.302, respectivamente).