La mujer acusada de matar a su hija en Girona está en prisión comunicada y sin fianza porque los forenses creen que no tiene alteraciones psicopatológicas. Tras matar a su hija fue capaz de confesarlo y reconstruir el crimen. Juez y fiscal han destacado su frialdad emocional.
El juez ha enviado a María Ángeles a prisión comunicada y sin fianza porque cree que debe estar vigilada y en la cárcel hay médicos que la pueden atender. Obligó a su hija a tomarse diluidas en agua 80 pastillas y cuando estaba inconsciente ahogó a la pequeña Gemma en la bañera durante 10 minutos.
El plan de la parricida y la manera de confesar el crimen y reconstruirlo son los motivos por los que los forenses consideran que no tiene alteraciones piscolpatológicas. La jueza y el fiscal han destacado su frialdad emocional. “Está consciente, orientada, coherente, razona… No se aprecian razones para un internamiento psiquiátrico”, ha explicado el fiscal, Enrique Barata.
El abogado de la familia, David Muñoz, ha asegurado que la mujer “padece un cuadro clínico psiquiátrico considerable, que evidentemente no justifica los hechos”.
Desde el divorcio se encontraba peor y por eso su hermana y su prima intentaban incapacitarla. De hecho ellas se hacían cargo de la niña, junto al padre.
El día 24 de diciembre salió del hospital y el 27 volvió porque se quería suicidar. El 30 mató a la niña porque "lo veía todo negro".