José Roselló y Victoria García, los padres de Julen, el niño que mantuvo en vilo a toda España durante trece días tras caer a un pozo en Totalán, son papás de nuevo. Victoria ha dado a luz una niña que este viernes cumple un mes, según informa La Razón.
Esta buena noticia para la pareja llega un año después de que perdieran el bebé que esperaban, algo que supuso otro duro golpe para la familia. Los padres de Julen manifestaron entonces sus ganas de "darle un hermanito" y la ilusión que tenían con el embarazo, una oportunidad para recuperar parte de la esperanza en su día a día.
Según explica La Razón, dos años y seis después de la trágica muerte del pequeño Julen, "todo ha salido muy bien y ya empiezan a sacarle parecido a su padre".
El proceso judicial por la muerte de Julen El pasado mes de enero, el titular del Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga acordó mantener el beneficio de la suspensión de la ejecución de la pena de prisión al dueño de la finca, David Serrano.
La Fiscalía malagueña y la acusación particular habían pedido su ingreso inmediato en la cárcel ya que solo había pagado en 11 meses 100 euros de la indemnización a la que fue condenado, aunque tras dicho requerimiento el procesado consignó inmediatamente 500 euros para evitarlo.
El juez ha acordado mantener el beneficio de la suspensión pero advierte de que podría revocarse si vuelve a incurrir en esa conducta omisiva y subraya que "este juzgado comprobará de manera expresa y mensualmente que el abono se haya producido", según el auto.
David Serrano fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga a un año de prisión y a indemnizar a cada uno de los padres con 89.529,67 euros y a la Junta de Andalucía por los gastos del rescate del pequeño con 663.982,45 euros.
Toda España lloró el desenlace de la angustiosa y agónica operación desarrollada sin descanso y contra reloj para encontrar a Julen. La Guardia Civil confirmó la muerte del pequeño el día 26 de enero de 2019, 13 días después de que cayera en un pozo de apenas 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad.
El esfuerzo descomunal de los efectivos implicados en la operación, con Totalán, Málaga, como epicentro, iniciaba tras conocerse el suceso, ocurrido aquel aciago 13 de enero en el que el niño correteaba por la finca en la que sus padres se encontraban junto a otra pareja, antes de que tuviese lugar el terrible accidente.
Todos sabían entonces que las circunstancias en las que se produjo el suceso no dejaban mucha posibilidad al optimismo. Pero si había alguna, había que abrazarla porque todos los implicados en su rescate estaban, desde el primer momento, dispuestos a hacer lo imposible.
Contrarreloj, el operativo de rescate realizó numerosas intervenciones en un terreno de orografía compleja y en unas circunstancias agónicas. Tras una operación mastodóntica y un esfuerzo titánico, finalmente, y después de la realización de diversos túneles y varias microvoladuras para acceder al lugar donde se hallaba el cuerpo del niño, localizaron al pequeño Julen sin vida.