Miguel López, el padre de Esther López la mujer de 35 años cuyo cadáver ha sido encontrado el sábado en Traspinedo tras 24 días de búsqueda, ha confirmado la noticia tras el hallazgo. Roto de dolor, ha expresado que "dentro del disgusto, descansas", según publica El Español.
El cuerpo de Esther López de la Rosa ha sido hallado sobre las 10:30 horas del sábado por un paseante en la cuneta de una carretera a 200 metros del restaurante de La Maña, un lugar que ya se había inspeccionado antes en varias batidas en las que el padre de la joven había participado junto con sus vecinos, que se concentrarán el domingo para apoyar a la familia y pedir justicia.
Por su parte, el alcalde de Traspinedo (Valladolid), Javier Fernández, ha destacado la entereza demostrada por el padre de Esther López de la Rosa tras su desaparición el pasado 12 de enero y ha pedido calma con un llamamiento expreso a que nadie se tome la justicia por su mano. Asimismo, ha decretado tres días de luto .
En declaraciones a Europa Press, el regidor de Traspinedo ha destacado la entereza y el ejemplo que ha dado el padre a lo largo de estos días y, tras la confirmación de que el cuerpo sin vida encontrado la mañana del sábado es el de Esther López, ha manifestado que por lo menos los padres tienen el cuerpo de su hija a la que podrán despedir y enterrar.
Fernández expresó su dolor tras conocer la noticia de la localización de un cadáver, que según todos los indicios, apuntaban ya a que se trataba de esta vecina de la localidad que permanecía en paradero desconocido desde el pasado día 12 de enero, es decir, se cumplían veinticuatro días de dicha desaparición.
La vecina de Traspinedo, desaparecida el 12 de enero, era buscada desde que sus padres presentaran denuncia el pasado día 17, después de que no diera señales de vida tras haber estado la noche de su desaparición viendo en un bar del pueblo el partido de la Supercopa entre el Barcelona y el Real Madrid y luego continuara la fiesta con unos amigos en casa de uno de ellos y más tarde en unas bodegas.
Esa era la versión que habían facilitado las dos personas con las que estuvo esa noche antes de que se le perdiera el rastro, dos vecinos de Traspinedo, Óscar y Carlos, que viajaron con ella en el coche del primero de regreso a casa y que, según relataron con algunas contradicciones, se detuvo ante el restaurante La Maña.
En el relato ofrecido, Carlos se apeó del vehículo para ir a su casa y luego Óscar y Esther discutieron porque ella quería seguir de fiesta y él la dejó en las inmediaciones, sin que se volviera a saber nada más de la mujer en los últimos veinticuatro días.
Las investigaciones desde entonces se centraron en ambos vecinos y también en un tercer investigado, Ramón G. (El Manitas), pesquisas en las que la Guardia Civil, además de rastrear el municipio mediante batidas en las que habían participado cientos de voluntarios, había tomado muestras de la vivienda del tercero y de los vehículos de este y de Óscar, sin resultado positivo, y había centrado también su investigación en los teléfonos
El único de los investigados que había permanecido privado de libertad es Ramón G cuya detención hubo de prorrogarse durante otras 72 horas aunque finalmente la titular del Juzgado de Instrucción número 5 le dejó en libertad provisional ante la falta de pruebas que atestiguaran su implicación en los hechos.