La entrada del verano deja en España las temperaturas más altas en lo que va de año. Los termómetros superan los 40 grados en plena ola de calor, por lo que se deben prevenir posibles complicaciones o trastornos ocasionados por el exceso, como el golpe de calor.
Al igual que las personas, los animales también pueden padecer las consecuencias de las elevadas temperaturas estivales, por lo que se deben seguir una serie de recomendaciones para evitar episodios extremos o un fatal desenlace.
"Las medidas de prevención en relación al calor son igual prácticamente para todos los animales. Sin embargo, los gatos y los perros, sobre todo, son los animales domésticos que más riesgo tienen de sufrir un episodio de golpe de calor, ya que pasan más tiempo al aire libre", explica a Informativos Telecinco la veterinaria de AniCura Los perros no pueden sudar, regulan su temperatura, lo que les hace más propensos a dificultades ante el calor.
"Los gatos no están tan expuestos a las altas temperaturas, a diferencia de los perros. Sin embargo, no está descrito como tal que los gatos no suelan sufrir golpes de calor. Pueden tener calor en casa, o en otras situaciones, pero es mucho menos frecuente que los perros", señala la veterinaria sobre los felinos.
El color negro retiene más el calor, por lo que los perros con este color de pelo podrían presentar más riesgos. Sin embargo, la raza sí que es realmente importante. "Pueden tener más calor (los perros de pelo negro), que aumente más su temperatura, pero por lo general, tienen el mismo riesgo que todos los perros, aunque hay excepciones. Los canes que más peligro tienen de sufrir un golpe de calor son los braquiocefálicos (morro chato), que son los bóxer, los bulldog -también francés e inglés- o los carlinos. Todos ellos, al margen del color de pelo, tienen más riesgo de sufrir un golpe de calor", asegura Ballester.
"La gente debe tener cuidado con el tema del coche y los perros. No se les puede dejar dentro bajo ningún concepto. Ni en viajes o si te vas a comprar. Nunca en el coche. Aunque tú te creas que van a ser 10 minutos, no hay que dejarlo ni con eso, porque puedes llegar y que tu animal ya se encuentre en un estado de shock muy grave. La temperatura del coche es muchísimo más alta que la temperatura ambiente", destaca. Hay que evitar los descuidos, según la experta.
"Tampoco hay que dejarlo atado en la calle, aunque sea en una sombra. Ni para comprar en un supermercado, porque hemos tenido casos de gente que ha ido a comprar, ha dejado al perro atado en el parking, y ha venido rápidamente porque su perro había sufrido un golpe de calor. Bajo ningún concepto ha que dejarles solos", recalca.
"La manera que tienen los perros de disipar un poco el calor es el jadeo. Significa que su temperatura corporal es alta, aunque también pueden jadear después de haber hecho ejercicio, entre otras situaciones, es lo normal. Pero un perro que esté jadeando mucho, y muy rápido, sí que es indicativo de que tiene una temperatura muy alta, probablemente", precisa Ballester.
Antes de salir de casa, hay que prepararse si vamos acompañados. "Si se van a hacer paseos largos con el perro, hay que llevar una botella de agua tanto para que beba como para refrescarle. Hay que evitar las horas puntas de calor, sobre todo si el animal va a hacer ejercicio: sacarle a primera hora, cuando todavía hace un poco más de fresco -o a última hora del día-", recomienda la veterinaria. "Hay cremas solares para perros, pero eso no va a evitar un golpe de calor. Esos productos son para perros que tienen especial sensibilidad, no es primordial", añade.
Cortar el pelo de nuestra mascota puede ser una buena idea, pero siempre teniendo en cuenta el beneficio. "Cortar el pelo es una buena idea en perros con mucho pelo. Ahí sí es beneficioso, si tienen una capa muy gruesa y frondosa. Esta capa supone más calor. Pero tampoco hay que cortárselo mucho, no se debe cortar a ras o corto, bajo ningún concepto, porque entonces pueden sufrir quemaduras solares", recuerda.
El agua para los animales es indispensable, sobre todo si se quedan solos. También si pasan tiempo al aire libre, como en las fincas, o en el patio de una casa, deben tener agua, es fundamental. "Lo que nunca se debe hacer es encerrar a un perro en una terraza (de un solo acceso, como un piso). No debes exponerle nunca al sol, y menos encerrado. Y aunque no haga sol, la temperatura ambiente es muy alta", comenta Ballester.
Dejar a un animal en condiones desfavorables supone un delito. "En estos casos hay que hablar con el propietario, y sino, se puede intervenir llamando a la Policía. Lo primero es asegurarse bien de las condiciones del perro, tampoco hay que alarmar sin saber", señala.
"Un perro puede quedarse solo bien en casa. Pueden pasar la jornada laboral de una persona perfectamente, si previamente se les ha sacado por la mañana y si se les saca a la vuelta. No habría problema. Eso sí, con agua, es indispensable. La zona en la que los animales estén en casa también es vital, ya que si les da mucho el sol directamente, la temperatura aumentará mucho. Hay que cuidarles", añade.
El resto de animales también tienen riesgos, pero son menores, aunque cada uno presenta diferentes factores a tener en cuenta. "En cuanto a las aves, son muy sensibles a las corrientes de aire. No conviene dejar la jaula de un pájaro al lado de una ventana o cerca del aire acondicionado, ya que les puede perjudicar mucho. Hay que vigilar esto. Ellos también tienen que refrescarse un poco, hay bañeras para pájaros", comenta la veterinaria.
"Los pequeños mamíferos como las chinchillas o los conejos tienen mucho pelo, por lo que también tienen riesgos de sufrir un golpe de calor. Lo más importante es que se refresquen: se les puede dejar un hielo para que, además de jugar, se refresquen", sugiere.
"Los reptiles, como las tortugas, termoregulan mejor. Están más acostumbrados. La ola de calor no les afecta por igual, no hay tanto riesgo. También las serpientes o los geckos, entre otros. Estos últimos son los que menos problema tienen. Su sistema se adapta bastante a las situaciones de calor", resalta.
El calor puede variar la temperatura del agua, por lo que también hay que vigilar este aspecto. "Hay que cambiar el agua, como es habitual. El propietario debe asegurarse de que la temperatura del agua no es muy alta, pero es raro que la temperatura esté muy alta para el animal", asegura la experta, que además destaca que si se tiene a tortugas, por ejemplo, en recipientes de plástico en lugar de peceras de cristal, se deberá cambiar el agua con mayor frecuencia. "Los peces tienen menos problemas que el resto de animales en relación al calor. Tienen filtro y el agua, al estar más en movimiento, se oxigena y resta los problemas", precisa la experta.
Los animales abandonados o callejeros son los que más sufren la ola de calor estos días. Una situación que preocupa. "Ellos están expuestos totalmente. Intentan buscarse la vida como pueden. Los perros llevan peor el calor que los gatos. Si están expuestos sin ayuda, sin agua... es un problema", destaca.
"Hay muchas colonias de gatos, especialmente en Madrid, no abandonados, pero sí callejeros. Por suerte muchos son cuidados por asociaciones que los tienen controlados y los conocen. Hacen una gran labor en su alimentación y si hay problemas los llevan al veterinario. El problema está ahí", concluye Ballester.