La lava que brota de las dos nuevas bocas abiertas esta madrugada en la ladera del volcán preocupan a los técnicos y científicos que vigilan la erupción. A última hora de esta tarde, los alcaldes de Los Llanos y El Paso han sido convocados ante el temor de nuevos desalojos de urgencia.
Se confía en que las dos coladas confluyan con la principal que ya está vertiendo al mar, pero no hay seguridad de que vaya a ocurrir de esa manera. Mientras tanto estos dos nuevos ríos de lava avanzan hacia el polígono industrial del Callejón de la Gata, pero preocupa más la gran cantidad de núcleos dispersos que quedarían expuestos directamente a la davastación del magma.
Temen que pase como en Todoque, el barrio de Los Llanos de Aridane del que solo permanece en pie el 15 por ciento de su territorio. Y es que muchos vecinos que ya se creían a salvo de la lava están descubriendo esta nueva amenaza que en breve tiempo podría dejarles sin nada.