La Junta de Castilla y León va a investigar el tremendo caso de una mujer de Espinosa de los Monteros fallecida de cáncer de colon sin recibir atención médica presencial. A pesar de la gravedad de su enfermedad, Sonia nunca consiguió una cita, sólo fue atendida por teléfono. Cuando tuvo un diagnóstico ya era tarde.
Todo comenzó cuando Sonia llamó a su médico porque había perdido siete kilos y tenía un dolor muy fuerte en la pierna. Como estábamos en plena pandemia, le dieron una cita telefónica, y a partir de ahí, tres meses de este tipo de citas.
Su vida se escapaba al otro lado del teléfono, le diagnosticaron tendinitis, lumbalgia, siempre desde la distancia y cuando no pudo más y fue a urgencias. Le llegaron a reprochar su visita a Urgencias porque decían que se arriesgaba a coger el coronavirus. Su hermana ha denunciado la negligencia médica que sufrió: "Tenía un pronóstico muy malo, pero se le ha negado toda oportunidad".
Le pincharon un calmante y la mandaron a su casa, mientras el cáncer corría por su cuerpo. Consiguió que le hicieran una analítica pocos días antes de fallecer, el 9 de julio. Fue ella misma la que tuvo que volver a llamar al médico porque no le trasladaban los resultados. En ese momento se le detectó una anemia grave y tuvo que ingresar en el hospital, de donde no volvió a salir con vida.
Finalmente, tras ser diagnosticada de cáncer de colon con metástasis, el 13 de agosto falleció en el centro por complicaciones con su enfermedad, a la edad de 48 años.
Su familia pide que las citas médicas vuelvan a ser presenciales y que frenar la covid no suponga olvidar el resto de los enfermedades: "Sonia es un caso más, va a haber miles de Sonias, hay que ponerle fin a esto", concluía su hermana.