Un bebé de cinco meses ha perdido la vida después de que el cochecito en el que iba saliera a la carretera y fuera atropellado por una camioneta. El terrible suceso ocurrió en Auckland (Nueva Zelanda). El conductor del vehículo, Sudhir Saksena, dijo que viajaba a casa para coger algunas herramientas de trabajo cuando el niño apareció "de la nada".
Saksena pisó el freno pero no pudo detener la camioneta a tiempo, por lo que la canasta del cochecito, tras el impacto, salió disparada algo más de 15 metros. Saksena señaló que la madre, "asustada", admitió que se había olvidado de poner el freno del cochecito, por lo que éste rodó cuesta abajo y se metió en la carretera.
En declaraciones al New Zealand Herald, el conductor afirmó que "no puedo dormir, no puedo conducir, no puedo hacer nada. No lo puedo creer. Realmente lo siento por el bebé y la familia. Es una pesadilla". Hablando de los momentos posteriores a la colisión, agregó que "la madre estaba en shock, luego preguntó qué pasó y se puso a llorar".
Un testigo, Kevin Walker, explicó que el cochecito pasó por un espacio estrecho entre dos autos antes de dirigirse al carril opuesto. Describió el accidente como "absolutamente extraño" y agregó que "probablemente podría haber sucedido 100 veces y no hubiera golpeado nada". Un tercer testigo, nombrado solo como Ali, manifestó que el cuerpo del pequeño tuvo que ser sacado de la parte delantera de la camioneta.
Un portavoz de St.John Ambulance informó de que el bebé fue llevado al Starship Children's Hospital, a 12 minutos en coche, en estado crítico. A pesar de los mejores esfuerzos del médico, el niño fue declarado muerto pocas horas después.