“Me estoy pensando si vale la pena salvar a estos rojos de la enfermedad. Son desagradecidos, mala gente… Aprovechan una pandemia para hacer política. Aun así los salvaremos. Hay un más alto tribunal que los juzgará...en menos de 100 años, seguro”. Esas fueron las palabras empleadas en Twitter por un médico del SUMMA, el doctor Agustín de la Fuente, quien sembró la polémica y la controversia en las redes en plena lucha contra el brote de coronavirus que asola a España, que ya deja más de 18.000 muertos por COVID-19 y más de 172.500 casos.
El mensaje fue publicado el pasado sábado 11 de abril y llegó al conocimiento del Colegio de Médicos de Madrid, quien ha remitido a la Comisión de Deontología sus afirmaciones para que se “valore su conducta” y se “proponga lo que se considere oportuno”, lo cual podría derivar en determinadas sanciones.
En declaraciones a la Agencia Efe, el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Miguel Ángel Sánchez, ha explicado que “aunque evidentemente se trata de un comentario que no se debería haber hecho, para el Colegio se trata de un caso de poca relevancia", señalando que está más bien circunscrito a un ámbito "de patio o de barra de bar" en el que se llegan a decir todo tipo de cosas.
No obstante, precisa, será la Comisión de Deontología, quien decidirá si su conducta es o no objeto de sanción de acuerdo a su “comportamiento como médico”, y por lo tanto hará una propuesta a la Junta Directiva del Colegio o de apertura de expediente o de sobreseimiento.
Si dicha propuesta contemplase iniciar un procedimiento contra el Doctor De la Fuente y la Junta Directiva lo avalara, la Comisión de Deontología, que es un órgano independiente, instruiría el caso, oyendo a las partes, analizando la documentación y escuchando a los testigos que se considerara.
Si tras ese proceso se concluyese que ha habido un comportamiento sancionable, explica Miguel Ángel Sánchez, se remitiría otra vez el expediente a la dirección para definir la sanción.
En este sentido, las sanciones previstas, teniendo en cuenta la gravedad del comportamiento, pueden ir desde una multa económica hasta la inhabilitación del profesional.
Entre tanto, el médico se apresuró a eliminar el mensaje publicado y ha borrado también su perfil en la red social.