Su historia es la del amor en medio del sufrimiento. Y y una muestra más de que el coronavirus es capaz de ponernos al límite pero no es invencible. Aunque ataque con saña tu cuerpo. Manolo Salcés nació en Sevilla hace 64 años y se ha pasado los últimos 159 días ingresado en la UCI del Hospital Son Espases de Palma. Tras más de 5 meses entre la vida y la muerte, el paciente que ha batido el récord en una unidad de críticos conocerá al fin a Bruno, su nieto nacido hace tres meses.
Manolo se ha convertido en el contagiado de covid que más tiempo ha pasado en una UCI española al superar por un día al anterior del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Al pequeño Bruno solo lo ha visto por videollamada, pero eso cambiará en breve porque este martes ya está en planta, adonde fue trasladado ayer para continuar con su recuperación.
Su hijo Lolo, de 37 años y padre del bebé, cuenta a Efe que su familia ha tenido suerte con el equipo médico "tan humano" de Son Espases. Está "totalmente agradecido" por la manera en que le daban las malas noticias: "Hay maneras y maneras de darlas, es duro pero han empatizado mucho".
"En varias ocasiones nos pusieron en preaviso porque había que cogerlo todo con pinzas", relata este "runner" residente en Calvià, que prometió a su amigo, compañero de carreras y médico intensivista de la UCI de Traumatología que si su padre salía de ésta le ayudaría a conseguir buenas marcas en 10 kilómetros, media maratón y maratón.
"Ahora le tocará correr mucho", bromea Lolo sobre Juan Antonio Llompart, el médico que menciona con nombre y apellidos al que estos meses ha visto demasiado uniformado con bata blanca y no con ropa deportiva.
Comenta que los primeros meses tras el ingreso de su padre el 25 de marzo, cuando España llevada tan solo nueve días confinada, fueron difíciles. Lolo se reunía a mediodía con su familia en la UCI para poder ver a su padre, que sufrió episodios "muy graves".
Y le viene a la cabeza la labor de un joven enfermero que se ponía un EPI y "se jugaba la vida" en los momentos más duros de la crisis sanitaria para que los familiares pudieran ver a Manolo a través de la pantalla durante 5 minutos.
Los sanitarios que le han atendido a lo largo de estos meses "cómo uno más de la familia" lo despidieron este lunes por la tarde a su salida de la UCI, un momento inmortalizado en un vídeo de un minuto distribuido por el hospital.
Se ve a Manolo, en la camilla, con fuerzas para lanzar a través de la mascarilla besos a los médicos y enfermeros que le aplauden a cada lado del pasillo.
Su hijo recuerda la implicación de los 23 doctores del equipo médico de Son Espases, del equipo de enfermería, con especial mención a Celia, dice, y de los psicólogos que atendieron a la familia.
La mujer de Manolo, que también contrajo el virus, estuvo unos días ingresada en el hospital por la infección, mientras que su hija, que también arrojó un resultado positivo en la prueba PCR, pasó la enfermedad en casa y tuvo pocos síntomas.
Con estos meses de incertidumbre aún frescos en la memoria y a punto de presentar su hijo al abuelo, que ya acumula tres nietos, Lolo insiste en las medidas de prevención ante esta segunda ola: "Hay que seguir remando".