La gijonesa acusada de asesinar a su bebé de 53 puñaladas y arrojarlo al contendedor, en el barrio gijonés de Nuevo Roces donde residía, ha pedido este jueves "perdón".
"No tendré vida suficiente para arrepentirme", ha señalado en la cuarta sesión del juicio con jurado popular celebrado en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón, en la que los forenses han confirmado que actuó conscientemente. "Perdón a mi familia porque le he arruinado la vida y a la de Daniel, que siempre me trató muy bien", ha apuntado la procesada, que ya había confesado los hechos en la primera sesión del juicio.
La acusada Silvia A. ha aprovechado el turno de última palabra en el juicio que se sigue con jurado popular en la Audiencia Provincial para mostrar su arrepentimiento por el daño causado por el asesinato por el que la Fiscalía y la acusación particular que ejerce el padre biológico piden la prisión permanente revisable.
El abogado defensor, Javier Menéndez Barbón, ha pedido que se tenga en cuenta como atenuante el arrebato u obcecación y ha sostenido que el trastorno antisocial de la personalidad que le han diagnosticado a su representada los psicólogos forenses ha podido tener una influencia en su comportamiento.
En la última sesión del juicio, que se celebra desde el pasado lunes, ha declarado el testigo Paulino O., el vecino que recogió del contenedor de basura la mochila que contenía el cadáver del bebé, la Policía Científica que determinó que el ADN era coincidente con la acusada y su entonces novio, Daniel B., así como los médicos y psicólogos forenses. Los peritos han certificado que la acusada padece un trastorno antisocial y es plenamente consciente de sus actos y, a su juicio, sabía lo que hacía cuando asesinó a su hijo.
La fiscal y la acusación particular han mantenido que la acusada es una persona “malvada” y fría que asesinó a un recién nacido "indefenso". Según el abogado del padre del menor, Ricardo González, el arrepentimiento mostrado por S.A. en el turno de última palabra responde, más que a un sentimiento sincero, a “una manifestación preparada” para aminorar su responsabilidad penal al haber sido manifestada “sin emoción alguna”.
Por su parte, el letrado de la acusada ha explicado que el trastorno que sufre S.A. le pudo afectar a la hora de cometer el crimen ya que, si se tratara de una persona malvada como sostienen las acusaciones, “sería un proceder general hacia terceras personas, como vecinos o familia” y al único que hizo daño fue a su bebé en un momento de arrebato. Tras conocer las conclusiones definitivas, la magistrada-presidenta del tribunal del jurado ha emplazado a las partes a la sesión de mañana para redactar el objeto del veredicto que a continuación los miembros del tribunal popular se retiren a deliberar.