El gran apagón en Europa mantiene la incertidumbre en numerosos ciudadanos. Los avisos desde Austria han provocado que durante las últimas semanas se haya observado un aumento en las ventas de productos de primera necesidad. Las autoridades del país prevén el suceso de forma indefinida a partir de 2025.
En España, no obstante, las autoridades y los expertos aseguran que el impacto en el territorio nacional sería mínimo. Ante las dudas, muchos ciudadanos buscan 'kits de supervivencia por si en algún momento se tienen que preparar para el peor de los escenarios.
Recopilamos los 20 alimentos básicos para sobrevivir al posible gran apagón, y que tardan más en caducar. En algunos casos, al no tener electricidad, tendríamos que cocinar con hornillo de gas o un dispositivo cargado mediante luz solar, entre otros. Pero la mayoría se come desde la despensa:
La miel de abeja no tiene fecha de caducidad. Se puede seguir consumiendo tras la fecha establecida, que se refiere al momento en el que empieza a cristalizarse. Se puede revertir el efecto calentándola.
Los frutos secos presentan una fecha de consumo aproximado, pero se pueden comer también pasada la fecha indicada. La alarma puede llegar del estado que presente, pero pueden tardar meses o años en perder aroma o sabor.
Las barritas energéticas son imprescindibles para llevarnos algo a la boca durante un apagón. Algunas tienen fecha de caducidad, pero otras duran para siempre, según algunos expertos. Son muy útiles en casos de emergencia.
El alcohol no perece con facilidad. Las botellas sin abrir de vodka, whisky o ron se pueden mantener para siempre, mientras se almacenen correctamente. Hay que tener cuidado con el calor directo y la luz solar. La conservación también depende de la marca y los conservantes o azúcares del producto, entre otros.
El arroz blanco crudo aguanta entre 25 y 30 años en un recipiente sin oxígeno, según algunos expertos. Este alimento se mantiene sin ningún daño varios años. El arroz blanco normal o el precocido puede durar hasta cinco años.
Las legumbres son otro alimento que tarda mucho en caducar. Las lentejas, de hecho, pueden durar indefinidamente y las alubias, o judías pintas, aguantan varios años si se almacenan en un ambiente fresco y seco.
Los paquetes de café instantáneo pueden aguantar indefinidamente en un congelador. Los que se almacenan en despensa duran entre dos y 20 años. No tienen conservantes, ni azúcares o grasas.
La mantequilla de cacahuete es un producto muy útil en situaciones de emergencia. Se puede conservar entre tres y cinco años y no necesita refrigeración. Aunque debe guardarse sin humedad y mucho aceite.
Las frutas, verduras, pescados y carnes en lata pueden durar de uno a cinco años. Debe respetarse la fecha de caducidad. Las que más aguantan son las que tienen bajo contenido de ácido, como las de verduras, y las que menos, las conservas de fruta, como el melocotón en almíbar.
Los alimentos encurtidos, como las aceitunas o los pepinillos, pueden aguantar varios años en la despensa. Según los expertos, un máximo de dos, aunque deben mantenerse bien sellados y sin humedad.
La pasta es otro alimento que suele caducar bastante tarde. Las pastas secas (harina de sémola y agua) duran de uno a dos años después de la fecha de caducidad, mientras que las pastas frescas (hecha en casa o compradas) duran de cuatro a cinco días después de la fecha de caducidad.
La mermelada suele tener una fecha de caducidad máxima de dos años. Lo ideal es consumirla a los tres o cuatro meses de adquirirla, según apuntan los expertos.
La harina de maíz aguanta mucho tiempo. Si se mantiene sin humedad y en un lugar seco y fresco, se puede utilizar durante varios años.
Algunos dulces pueden durar hasta un año. El chocolate negro o los caramelos duros aguantan hasta 12 meses. El chocolate blanco debe consumirse entre los seis y los nueve meses desde su compra, según los expertos.
La carne seca, deshidratada y sellada al vacío, puede durar casi un año en el congelador. Se trata de una opción recomendada para situaciones de emergencia, según los expertos.
Las pastillas de caldo pueden durar hasta un año después de su fecha de caducidad, mientras se mantengan en un lugar seco. Es un producto que tarda bastante en caducar.
La avena puede llegar a mantenerse meses e incluso años en una despensa. Es un alimento muy consumido durante los últimos años y tiene un gran aporte energético.
La leche en polvo suele tener por lo general una fecha de caducidad de 18 meses. Algunos expertos, no obstante, aseguran que almacenado puede durar varios años. Sin grasa pueden llegar a superar las dos décadas.
La fruta seca, o desecada, tiene una duración de unos cinco meses, siempre que se conserve de manera correcta. Los expertos recomiendan hacerlo en un ambiente fresco.
El aceite de olive puede llegar a estar meses en la despensa sin sufrir daños. No obstante, dependerá del tipo y la calidad del producto.