El posible gran apagón sobre el que advirtieron las Fuerzas Armadas de Austria ha instalado la incertidumbre en muchos ciudadanos. "La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo", afirmaba la ministra de Defensa del país centroeuropeo, Klaudia Tanner. El Gobierno austríaco prevé el suceso a partir de 2025, según los informes.
Este apagón eléctrico afectaría a la luz en las viviendas, la calefacción, servicio de internet y las líneas móvil, entre otras cosas. En España, según han apuntado los expertos y la ministra Teresa Ribera, es muy improbable. No obstante, Europa cuenta en sus registros con varios casos de apagones relevantes, aunque todos pudieron solucionarse.
Suecia registró uno de los mayores apagones de Europa. Ocurrió entre diciembre de 1983 y marzo de 1984. Dos tercios de la red eléctrica del país se vieron afectadas por un cortocircuito en un transformador. Más de cuatro millones de personas sufrieron las consecuencias durante varias horas, especialmente en la zona sur. El incidente marcó los precedentes en el país para situaciones similares, según las autoridades.
Italia vivió una situación similar, aunque mucho más grave, el 28 de septiembre de 2003. Una caída de árboles sobre una línea de alta tensión provocó un incidente que afectó a prácticamente la población de todo el país (más de 56 millones de personas). Numerosos ciudadanos quedaron atrapados en trenes subterráneos de Roma, junto con las fuertes lluvias en ese momento. El apagón afectó incluso a Suiza y tuvo una duración máxima de 18 horas.
Londres estuvo tres días sin electricidad en 2009. Un corte de energía afectó a unos 100.000 hogares de la capital de Reino Unido y el condado de Kent. Ocurrió entre el 20 y el 24 de julio, debido a un incendio, según determinó una investigación que duró varios meses.
El incendio, que se produjo en el puente de Dartford Creek, dañó cuatro circuitos eléctricos, afectando hogares, negocios, estaciones de servicio y el Hospital Darent Valley en Dartford. Cientos de ingenieros y personal participaron en la respuesta y se trajeron generadores de Escocia, Bristol y Great Yarmouth.
Turquía, país candidato a entrar en la Unión Europea, también registró un gran apagón en marzo de 2015. Más de la mitad de las 81 provincias del país y las dos mayores ciudades, Estambul y Ankara, se vieron afectadas.
El apagón duró más de tres horas y afectó al transporte público, a líneas de tren de alta velocidad, a varios hospitales y numerosas empresas. Además, causó graves problemas de tráfico en varios puntos de la capital y los equipos de rescate tuvieron que actuar para ayudar a personas atrapadas en vagones de metro y a ciudadanos que no podían salir de ascensores.
En 2019 se produjeron también otros tres apagones significativos en Europa, y son los más recientes. El 9 de agosto, un fallo eléctrico afectó a partes de Inglaterra y Gales, sufriendo casi un millón de personas los efectos. El incidente provocó una interrupción generalizada de los viajes y se atribuyó a un rayo.
El 29 de septiembre se produjo un corte de energía que afectó a toda la isla de Tenerife, afectando a casi un millón de personas y realizando decenas de servicios de emergencia. Además, el domingo, 3 de noviembre alrededor de 140.000 personas se quedaron sin electricidad durante más de nueve horas en la región de los Pirineos Atlánticos del suroeste de Francia. Unos 55.000 ciudadanos, del total de afectados, estuvieron sin luz hasta el día siguiente.
Fuera de Europa se han dado los apagones de mayor magnitud. El ‘Gran Apagón’ de Nueva York es el primero por excelencia. La capital de Estados Unidos sufrió un corte energético entre el 13 y el 14 de julio de 1977. Unos nueve millones de ciudadanos se vieron afectados por un fallo causado por una tormenta. Un rayo impactó en un transformador y dañó la red eléctrica.
También hay que destacar los 66 días de oscuridad en Auckland, Nueva Zelanda. En 1998, parte de esta población vivió sin electricidad durante nueve semanas tras los problemas registrados en unos cables de alimentación. Se vieron afectadas un total de 6.000 personas.
No hay que olvidar tampoco los apagones en la India, especialmente el que tuvo lugar en 2012, cuando alrededor de 700 millones de personas se vieron afectadas por un colapso del servicio eléctrico, ni el que tuvo lugar en el noreste de Estados Unidos y sudeste de Canadá en 2003, que causó unos perjuicios económicos de unos 6.000 millones de dólares.