El productor de televisión José Luis Moreno ya está en libertad bajo fianza de tres millones de euros, cantidad que deberá depositar en metálico o con aval bancario antes de las 15.00 horas del próximo jueves, en el marco de la 'Operación Titella' por la presunta estafa de 50 millones de euros.
José Luis Moreno figura como el "principal cabecilla de la organización" dice el auto, junto a su mano derecha Antonio Aguilera. Trabajan juntos desde 2017. Y el entramado que dirige presuntamente tiene "células operativas y claramente jerarquizadas".
Para el fraude y estafa Moreno conseguía fondos de los bancos o inversores como de empresarios, presentando proyectos cinematográficos o televisivos, muchos ficticios, y a nombre de empresas sin actividad real. Muchos de los testaferros tienen antecedentes por falsificación y estafa.
"Cada 15 o 20 días llegaron a mover un millón de euros". Las maletas llegaban desde el extranjero con dinero y así interceptaron en enero "1.300.000 euros empaquetados en plástico". Tras esa aprensión la rama de Moreno y la que blanquea dinero del narcotráfico hablaron para no volver a perder dinero.
El auto del juez habla de continuas transferencias de 500.000 euros de ida y vuelta entre sociedades y a paraísos fiscales. A Alemania, o Republica Checa. "En 20 meses, 2.752 operaciones bancarias de 17 millones de euros", con comisiones a empleados.
Moreno era "el receptor de todos los fondos obtenidos". Todo con el fin de lucrarse y mantener su alto tren de vida.
Durante la investigación policial, que se remonta a dos años, se realizó una intervención en la que se aprehendieron más de un millón de euros en efectivo a una 'mula', que trabajaba para la organización transportando en vehículos con doble fondo grandes cantidades de efectivo por todo el territorio nacional procedente de la venta de droga dentro y fuera de nuestras fronteras.
Los investigadores de la 'Operación Titella' creen que la organización aprovechaba su entramado empresarial de más de 700 mercantiles para blanquear a terceros dinero procedente del tráfico de drogas. "Simulaban una actividad que era inexistente para justificar los millonarios ingresos en efectivo que se generaba con las ventas de la droga", según ha informado la Policía Nacional y la Guardia Civil.
A los miembros de esta organización se les imputan los delitos de estafa continuada, falsedad documental, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal dentro de una investigación de la Audiencia Nacional.
Los estafadores creaban mercantiles con buena reputación para ofrecer proyectos empresariales de todo tipo que nunca se materializaban, contando con la participación activa en el delito de directores de bancos, una notaría y hasta productores de televisión.
Por el momento, han localizado entre las víctimas a distintas entidades bancarias y a un inversor privado que habrían sufrido un perjuicio de más de 50 millones de euros entre distintos proyectos fracasados.
Esta organización, una vez captaba los fondos, "activaba una maquinaria perfectamente estudiada donde el 'peloteo' de cheques, la facturación simulada y la falsificación de documentos mercantiles era la actividad ordinaria", según han destacado Policía y Guardia Civil.
La capacidad de esta organización era destacable ya que no sólo contaban con un notario a sueldo sino que entre sus proyectos estaba crear un banco en Malta diseñado para el crimen económico.
La investigación nace en el año 2018 a raíz de varias denuncias de entidades bancarias en las que se manifestaba cómo haciendo abuso de la operativa bancaria esta organización había conseguido defraudar más de un millón trescientos mil euros.