El productor José Luis Moreno está detenido desde el 29 de junio acusado de varios delitos económicos. Según los investigadores, pertenece a una organización criminal acusada de estafar 50 millones de euros, que lograban mediante créditos de bancos e inversores particulares y que iban a parar a sociedades pantalla.
Las sociedades pantallas, la trama de José Luis Moreno había puesto en marcha del orden de 700, son empresas constituidas con personalidad jurídica en el país de su domicilio fiscal pero que no tiene actividad. Se suelen constituir con el objetivo de eludir impuestos, ocultar la verdadera identidad de los inversores y transmitir fondos.
Eso es lo que hacía, presuntamente la trama del productor de televisión. Obtenían dinero de entidades bancarias para supuestos proyectos empresariales. También lograban fondos de inversores particulares. Según los investigadores, el nombre de Moreno daba credibilidad a los negocios que proponía.
Con el dinero nunca se llevaban a cabo las prometidas inversiones. Los fondos acababan en esas sociedades pantallas -que generaban facturas simuladas y falsificaban documentos mercantiles- y los blanqueaban a través de paraísos fiscales.
La sociedades pantalla, dependiendo del contexto y país, pueden ser legales y para crearlas solo hace falta un mínimo capital social. La consideración de fraude se da en los requerimientos legales de un país para proteger la transparencia de las actividades financieras y comerciales. A veces, las sociedades con accionistas y/o administradores fiduciarios que no celebraban Juntas Generales para fijar un objetivo, ni desarrollan actividad empresarial relevante, pueden ser sociedades pantalla.
Ni los bancos, ni los inversores privados volvían a saber más del dinero que captaba la organización criminal de José Luis Moreno. En la Operación Titell (Títere en catalán) hay 53 detenidos en varias ciudades. Entre los investigadores hay un director de banco y un notario.
Están acusados de blanqueo de capitales, de estafa y falsedad documental. El dinero llegaba a través de las empresas instrumentales a paraísos fiscales en Suiza, Panamá o Las Maldivas.
La trama tenía pensado abrir una entidad financiera en Malta, diseñado para el crimen económico. Algunas fuentes señalan que la organización criminal también blanqueaba dinero del narcotráfico.
Muchos de los implicados llevaban un elevado tren de vida y tenían coches de lujo. En el caso del productor llama la atención su vivienda de 5.000 metros cuadrados, aunque es cierto que hace muchos años que reside allí.
Esta ha sido la primera noche de José Luis Moreno entre rejas, en el calabozo de la comisaría madrileña de Moratalaz, donde está a la espera de pasar a disposición judicial.