La mujer que llamó a los servicios de emergencias confesando que momentos antes había ahogado a su hija en la bañera en un domicilio de Girona, acudió a un centro médico tres días antes del crimen "con ideas autolíticas" y no la volvieron a ingresar, ha explicado el abogado de la acusada, David Muñoz, a Europa Press.
El martes 24 de diciembre recibió el alta del centro psiquiátrico donde había estado ingresada desde finales de julio, y el día 27 acudió de nuevo a un centro médico y no la volvieron a ingresar, por lo que Muñoz cuestiona que puede haber "otras responsabilidades" más allá de la autora confesa y que quizás con otros protocolos ella habría sido tratada antes del crimen.
La mujer ingresó en la prisión de Puig de les Basses, y el pasado fin de semana fue trasladada tras un primer informe médico a la cárcel de Brians 1, donde tienen una unidad de psiquiatría.
Muñoz ha señalado que para la familia lo más importante es que pueda recibir el tratamiento médico, por lo que tras el traslado a la unidad de psiquiatría no considera tan relevante recurrir el auto de prisión --puede hacerlo hasta el lunes 13-- ya que cree que su situación no sería muy distinta si ingresara en un hospital en régimen cerrado.
La mujer, de 49 años, fue detenida el lunes 30 de diciembre, tras llamar al teléfono de emergencias 112 y confesar haber matado a su hija, y el juez decretó su ingreso en prisión provisional el jueves 2 de enero.
El abogado ha explicado que pedirán un peritaje sobre su estado mental además del que hagan los médicos del centro penitenciario y ha señalado que todas las pruebas periciales se aportaran a la causa.
Considera que la instrucción será bastante sencilla porque no hay que esclarecer quién es el autor de los hechos, sino que se trata de estipular "el grado de enfermedad mental a efectos de determinar la pena".