El uno de enero, tres hermanas estadounidenses denunciaron haber sido víctimas de una violación por parte de tres chicos en el piso de una de ellas situado en Murcia. Según las primeras declaraciones, las jóvenes, de 18, 20 y 23 años conocieron a los hombres en un bar mientras estaban celebrando Fin de Año. Ahora, han salido a la luz las imágenes en las que las se ve a las jóvenes en la estación de autobús, en aparante estado de normalidad e incluso de la mano con los presuntos agresores.
Las jóvenes denunciaron que, en el propio local donde estaban, los acusados les realizaron tocamientos tanto en el pecho como en las zonas íntimas. Después de eso, según informó el Gobierno de Murcia, una de ellas se fue a casa de uno de los chicos y las otras dos a la casa de la estudiante en Murcia con los otros dos jóvenes.
Su testimonio narra que dos de ellas fueron penetradas vaginalmente, y que la tercera pudo librarse pero también resultó lesionada. Una versión que ha sido negada desde el primer momento por los acusados y por su abogado defensor, que ha pedido en varias ocasiones que se archive la causa por denuncia falsa.
Los acusados, que quedaron en libertad después de prestar declaración, aportaron al juzgado una conversación por chat con una de las supuestas víctimas en la que ella propone a uno de los agresores volver a su apartamento.
La polémica de este caso surge tras las declaraciones con contradicciones de las denunciantes, sumadas a las imágenes que ahora se han podido ver de las tres hermanas acompañando a sus agresores a la estación de autobuses de la mano. Además, las jóvenes habrían contratado un seguro y los investigadores creen que podrían haber denunciado la supuesta violación para cobrarlo. Unas sospechas que se acentúan cada vez con los nuevos datos que se van conociendo.